Camila Del Carpio Parra
Ingeniería Comercial mención en Administración de Empresas
2° semestre 2014
Wiesbaden, Alemania.

"Un viaje de diez mil kilómetros comienza con un solo paso", Lao Tzu.

Aunque suene un poco cliché comenzar un testimonio con una cita, creo que no hay mejor forma de describir mi experiencia. Realizar un intercambio es un viaje largo, que comienza mucho antes de tomar el avión al destino que uno eligió, comienza con una idea, con el apoyo de la familia y los amigos, con el esfuerzo de mantener la excelencia académica para obtener una beca, con el trabajo para juntar fondos para el viaje, pero sobre todo, con la convicción de que uno es capaz de lograrlo.

Estudiar en el extranjero presenta muchos desafíos, sobre todo si nunca se ha vivido solo o nunca se ha viajado tan lejos, pero sobre todo, presenta muchas oportunidades. Nos da la oportunidad de crecer y madurar al tener que arreglárnoslas viviendo solos en un país que no conocemos y en un idioma que no dominamos. Nos da la oportunidad de darnos cuenta que nuestra formación no tiene nada que envidiarle a países europeos y que somos perfectamente capaces de obtener buenos resultados, de ampliar nuestro mundo al conocer otras culturas y otros lugares, de expandir nuestra visión de un país pequeño y alejado a un mundo globalizado e interconectado. Sobre todo, de conocer gente increíble, con quienes vivir experiencias inolvidables y de las cuales posiblemente terminarás siendo amigo para toda la vida. Porque al final de cuentas, un intercambio no solamente se trata de estudiar en otra universidad, se trata de una experiencia de vida completa y enriquecedora que te enseña mucho más allá de lo que se aprende en la sala de clases.

Para mí, esta es una de las mejores experiencias que me ha tocado vivir, difícil de escribir en pocas palabras (ni aún en muchas palabras), así que, lo único que puedo decir, es que los invito a todos a dar ese primer paso.