Me quedé fumando un tabaco mientras las chiquillas fueron a conocer el edificio nuevo. Se tardaron en llegar y cuando volvieron estaban asombradas. Habían visitado un estacionamiento, un teatro y un jardín colgante, la verdad no sé, yo sólo las vi entrar al edificio.
Las manos juguetean con el puño del polerón, los pies están quietos, pero en un momento se comenzarán a mover al ritmo del corazón, está un poco nublado, pero igual hace calor. Le dijeron:
- ¿Todo bien? En 4 minutos tenemos prueba de Finanzas
- Estudié toda la noche, te dije que no puedo echarme el ramo, es la tercera vez y la última
Con esas dos frases, fue suficiente para empezar a mover los pies al ritmo del corazón. Le dijeron:
- ¿y tú crees que realmente estas listo?
- Por favor, no me sabotees, somos la misma persona.
8 de la tarde de un día de 2019. Estábamos todos urgidos por la prueba de matemáticas, así que nos quedamos a estudiar después de clases en la misma sala. De repente vimos una turba de gente corriendo mientras tiraban lacrimógenas por la entrada. “Quedémonos acá encerrados tomando oncecita mejor” dijo el Juan, “tengo pancito calentito y queso crema en la mochila”. Ahí nos quedamos tomando once en la sala del recicla, hasta qué ya no aguantamos más las lágrimas.
Era se una vez en la Laguna de la FAE, panchito y panchita estaba descansando cerca de esta y se les ocurrió una idea brillante ‘’que bonito sería que hubiera peces en la Laguna’’ dijo panchita. Panchito sabía mucho de peces y pensaba en los mejores tips para ellos, panchita pensó en patentar su de peces pero no esperaba que una semana después panchito le mandara un wsp diciendo "HAY PECES EN LA LAGUNA!!"
Panchito y panchita no lo podían creer y llegaron a la conclusión que la FAE está llena de micrófono en todas partes.
Recuerdo la emoción de cachorro que sentía al dar mi primera prueba oral de administración. Aprender sobre los problemas organizacionales, los paradigmas de las instituciones y las diferentes estrategias para maximizar la organización me resultaba cautivador.
Pero definitivamente, lo que más recuerdo, es que al preguntar en mayordomía cómo llegar al departamento de gestión, lugar donde rendiría mi prueba sobre correcta administración y buenas prácticas organizativas, me respondieron que, para ir al segundo piso, primero debo subir al tercero, cruzar el pasillo y bajar al segundo. Al llegar, pude ver inmediatamente al lado, una puerta que dice “No abrir”.
Y entonces, cuando estaba frente al computador, a punto de comenzar la prueba de Excel. Mi mouse no funciona. Recuerdo que, en mi mochila al fondo de todo. Tenía uno.
Cuando subíamos por el ascensor del nuevo edificio de la facultad mis compañeros y yo estábamos ilusionados de la oportunidad que viviríamos. En el momento que llegamos a nuestro piso, caminamos hacia una puerta atravesando los muros de cristal, tocamos las nubes, sentíamos el soplo de los vientos y desde las alturas veíamos a hormigas con mochilas que se comportaban igual que humanos, cuando volvimos en sí de nuestro agradable sueño, sacamos nuestras colaciones y almorzamos en el cielo.
Primer año presencial de universidad, estaba emocionada, las clases eran divertidas pero agotadoras, sentí la necesidad de estudiar, fui a la sala de estudio, en el acto comienzo a agobiarme por la dificultad de los ejercicios, de pronto, el mundo comienza a moverse, brusco, salvaje, el techo temblaba, las paredes crujían, se escuchaban rugidos, sentí que iba a morir, pero a mi alrededor, todos estaban tranquilos, en mi mente pensaba ¿Me estoy volviendo loca? ¿Estoy sufriendo un ataque de ansiedad? me levante abruptamente, quería huir, de pronto me toman del brazo, y me dicen “tranquila, es solo el tren”.
Primer año presencial de universidad, estaba emocionada, las clases eran divertidas pero agotadoras, sentí la necesidad de estudiar, fui a la sala de estudio, en el acto comienzo a agobiarme por la dificultad de los ejercicios, de pronto, el mundo comienza a moverse, brusco, salvaje, el techo temblaba, las paredes crujían, se escuchaban rugidos, sentí que iba a morir, pero a mi alrededor, todos estaban tranquilos, en mi mente pensaba ¿Me estoy volviendo loca? ¿Estoy sufriendo un ataque de ansiedad? me levante abruptamente, quería huir, de pronto me toman del brazo, y me dicen “tranquila, es solo el tren”.