news_041_dDr. José Gabriel Palma indica que "estamos ante una gran disyuntiva en torno al sistema productivo y de pensiones –la mayor en una generación– y parece que hasta ahora no nos da más que para romper piñatas".

Dr. José Gabriel Palma indica que "estamos ante una gran disyuntiva en torno al sistema productivo y de pensiones –la mayor en una generación– y parece que hasta ahora no nos da más que para romper piñatas".

news_041_01El académico e investigador del Departamento de Gestión y Políticas Públicas de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago de Chile y académico de la U. de Cambridge, Dr. José Gabriel Palma, publicó una columna en el diario El Mercurio Inversiones su columna titulada "Chile, o el Reino de la Leyes Cortas: el cuarto retiro y el nocivo cortoplacismo de nuestra política". En ella, el académico analiza el impacto económico que podría tener, según sus palabras, la crónica de una muerte anunciada de las AFPs.

"Entre ellos está su impacto en el mercado financiero, y en especial en el de renta fija "donde el mercado ya está prácticamente "seco" y las tasas subiendo", sentencia.

"También en que un nuevo retiro traiga riesgo de sobrecalentamiento y de alzas de TPM. Y hay más. Sin embargo, y mucho más importante que todo eso –si la inflación sube o no un punto o dos, si la TPM sube un cuarto o medio punto, si los créditos hipotecarios siguen subiendo (todos temas muy importantes)– es el qué vamos a hacer realmente con las pensiones. Es en este contexto que no se entiende la superficialidad del debate actual sobre esta materia. En el Chile actual todo se maneja con "leyes cortas", y parece que ya pocos tienen la imaginación o el estómago para enfrentar los problemas de fondo", indica el académico en su texto.

La gran diferencia que tenemos con algunas economías emergentes en Asia, prosigue la columna del profesor Palma, es que cuando algo necesita cirugía mayor, aquí nos falta determinación. "Para mí, esa es la inercia por la que estamos atascados en la "trampa de ingreso medio" –el ser incapaz de hacer otra cosa que no sea el "más de lo mismo"–. Como dice la letra de la canción Hotel California, "somos meros prisioneros de nuestras propias cadenas", puntualiza.

"Lo que el gobierno (o lo que queda de él en su desintegración) y la oposición (tanto la sobre-representada en el Congreso como la que está afuera) deberían estar haciendo ahora es empezar a poner en práctica esa cirugía mayor que requiere todo el sistema de pensiones –cómo desarmar en forma ordenada tanto las AFPs, el sistema de pensiones militares, y lo que queda del público– en búsqueda de un sistema radicalmente diferente, equitativo y sustentable", sentencia Palma.

En la columna agrega también que la peor incertidumbre y ansiedad es no saber –ni siquiera en forma preliminar– lo que viene después. Hasta ahora puras leyes cortas y voladoras de luces. Como bien se sabe, en economía, y en especial en mercados financieros, la peor noticia es la que se esconde.

"Y el cortoplacismo no se restringe a las pensiones. Por ejemplo, en el proyecto de ley sobre el royalty minero, si bien avanza mucho en la forma de su implementación, hasta ahora ignora la necesidad del uso productivo de los recursos que genere. Modelo de desarrollo que sea el que vamos a seguir en adelante va a necesitar nuevos motores de crecimiento de la productividad –pues los del actual (en especial lo extractivo) ya dieron todo lo que podía dar: en la década anterior al estallido social, el crecimiento de la productividad fue apenas del 0,4% anual; y la participación de nuestras exportaciones de cobre ya cayeron del 42% del total mundial (2004) a apenas 27% en el 2019", explica.

"Y de los pocos recursos que vamos a tener para invertir en esa tan necesaria diversificación productiva, y en generar los tan necesitados nuevos motores de crecimiento de la productividad –como el de industrialización del sector exportador, lo "verde" y la digitalización de nuestra economía– están los del royalty. Sin embargo, en el Congreso cada cual tira para su lado (por importante que sea), y hasta ahora el proyecto de ley no asegura que una alta proporción de esos nuevos recursos se tengan que usar en forma productiva", dice Palma en su columna.

En relación a los próximos candidatos presidenciales, el autor agrega que "El cortoplacismo también parece reflejarse en lo que se sabe hasta ahora de los programas económicos de los tres candidatos presidenciales más importantes: en ninguno de ellos veo un intento serio y profundo de desarrollar una nueva estrategia productiva; una que genere en el mercado una nueva dinámica productiva y distributiva, la cual sea sustentable en el tiempo", concluye.

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