news_143_dEn la Charla Magistral que el Dr. en Economía y académico de la Facultad de Administración y Economía de la USACH, José Gabriel Palma, realizó para el V Congreso Nacional de Historia Económica; destacó cómo la nuestra perenne "neo-fobia" chilena transformó dos dinámicas productivas en intentos fallidos de "catching-up".

En la Charla Magistral que el Dr. en Economía y académico de la Facultad de Administración y Economía de la USACH, José Gabriel Palma, realizó para el V Congreso Nacional de Historia Económica; destacó cómo la nuestra perenne "neo-fobia" chilena transformó dos dinámicas productivas en intentos fallidos de "catching-up".

news_143_01El pasado 23 de agosto el economista y académico del Departamento de Gestión y Políticas Públicas de la FAE USACH, Dr. José Gabriel Palma realizó una charla magistral en la inauguración del V Congreso Nacional de Historia Económica, denominado "La economía chilena desde el final de la Segunda Guerra Mundial: cómo nuestra perenne "neo-fobia" transformó dos dinámicas productivas en intentos fallidos de "catching-up"".

En la oportunidad, el también académico de la U. de Cambridge, analizó un tema que en la actualidad es muy relevante debido a la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo, la visión de largo plazo de la economía chilena desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

La idea central de su discusión se resume en una frase escrita por Olafur Eliasson que señala "No se permiten pensamientos que no hayan sido ya pensados". Se refiere a la falta de originalidad e imaginación política- económica. "Cuando tomamos ya sea el modelo sustitutivo o el modelo neoliberal extractivo dual, se toma, de alguna forma, la parte básica hasta la letra chica, sin la capacidad de adaptar los modelos a la realidad chilena. A medida que iba avanzando el modelo, de debería haber ido reactualizando, para hacerlo en forma sustentable, transformándolo en motor de crecimiento de la productividad", explicó el Dr. Palma.

"Cada vez que nuestra economía logra remontar, llega a un tope cercano al 50% de la productividad de un trabajador en EE.UU., pero no logra sobrepasar esa brecha productiva. Mientras, los países asiáticos como Corea, tiene la capacidad de romper ese "tejado de vidrio"", ejemplificó el académico.

Palma explicó que Chile tiene grandes ciclos económicos de alzas y bajas, mientras los países asiáticos las manejan mucho mejor y eso no porque no tengan crisis financieras, recordando la de 1997. "En parte eso se debe a que tendemos a tener macroeconomías que potencian los ciclos externos, que tienden a potenciar ciclos en lugar de minimizar su impacto. Eso es parte de la razón por la que no somos capaces de sustentar el crecimiento en el tiempo como los países asiáticos", agregó.

A su juicio, ningún país de América Latina ha logrado superar los niveles relativos de productividad respecto de las fronteras que existían en los años 50. "En el caso de Chile, la política económica del año 50 al 72 es completamente opuesta a la del 73 hasta hoy. Hubo dos formas de hacer las cosas y ninguna de las dos formas ha podido romper el tejado de vidrio en cuanto a brechas productivas con la frontera. Esto, debido a nuestra incapacidad de reactualizarnos y la falta de originalidad de la política económica, lo que nos ha estancado y no nos deja avanzar", añadió el profesor de la U. de Cambridge.

Con relación al PIB, en los dos modelos el crecimiento fue idéntico. "Del 50 al 72 y del 72 al 2019 el PIB promedio es 4,2%. Es increíble como en una economía que tiene dos tipos de políticas económicas tan distintas tengan los mismos resultados. Hay una falta de originalidad, incluso en el paquete inicial del modelo neoliberal, en el sentido que si uno mira política por política la brújula que indicaba qué hacer, era realizar el opuesto de lo que se hacía antes", sentenció Palma, agregando que en el primer modelo dos tercios de la dinámica del PIB venía del crecimiento de la productividad, mientras que en el segundo esos dos tercios han venido del empleo.

José Gabriel Palma hizo el ejercicio de comparar la realidad chilena con un país asiático más similar a la realidad nacional, como Tailandia.Los emergentes asiáticos muestran una capacidad de crecimiento de la productividad sostenido en el tiempo. "Ellos tienen esa capacidad de ir eternamente transformando las políticas económicas a las realidades distintas que les toca vivir. Aquí nosotros hacemos políticas económicas más por fundamentalismo que por "practicalismo" y cuando necesitamos renovarla el instinto es hacer más de lo mismo", concluyó.

Para ver la Charla Magistral completa, haz CLIC AQUÍ.