Dr. José Gabriel Palma, investigador del Departamento de Gestión y Políticas Públicas de la FAE USACH, explica que la reforma tributaria trata de resolver un problema real, urgente e insostenible, como es el déficit fiscal, que heredamos del gobierno anterior, tratando de generar recursos con mayor progresividad tributaria. Eso es algo que aquí ―y afuera― se había ido perdiendo con el tiempo.

El Diario Financiero, publicó el pasado sábado 9 de julio, una entrevista al economista y académico de la Universidad de Cambridge y USACH, Dr. José Gabriel Palma (la cual se transformó en la nota más bajada del DF ese día), en la que se le destaca como mentor del Ministro de Hacienda, Mario Marcel. En 1989, el académico de la FAE USACH escribió un paper junto a Marcel, mientras era su alumno en Cambridge, denominado “Kaldor y el discreto encanto de la burguesía”.

En el escrito planteaban una reforma tributaria “Kaldoriana” en Chile para incentivar el uso productivo de los recursos que se apropia la élite. 33 años después, Marcel como ministro de Hacienda propone una cirugía mayor en el sistema impositivo del país, cuestión que es aplaudida por Palma.

La entrevista en el Diario Financiero comienza señalando que “muchos en Chile consideran al economista José Gabriel Palma, que combina sus clases en la Universidad de Cambridge con la docencia en la Universidad de Santiago en Chile, como el “abuelo” de la reforma. De hecho, fuentes del Diario Financiero en el Ministerio de Hacienda informaron que compartió ideas con Mario Marcel, sobre todo en los planteamientos de royalty, y en lo relativo a las clases medias.

El doctor en Economía en la U. de Oxford, explica que “este gobierno recibió las cuentas fiscales con un déficit de más de un 7% del PIB, y había que poner orden. El populismo fiscal piñerista estaba con esteroides. Y lo excesivamente recesivo de la actual política económica viene del Banco Central, no de Hacienda”. Para el economista, “es el Banco Central el que está cometiendo el mismo error, la misma sobrerreacción en las tasas de interés, de 1998”.

Uno de los aspectos más polémicos del proyecto es el impuesto a la riqueza o patrimonio, que para muchos expertos no recauda demasiado y puede incluso provocar que muchos empresarios se vayan del país. “Eso no va a suceder”, responde ante ese cuestionamiento, “porque ¿dónde van a ganar plata tan fácilmente como en Chile?”.

Incluso, dice que “si algo de eso llega a pasar, tendría un aspecto positivo, porque Chile, más que nunca, necesita una renovación en su élite empresarial. La que hay ya dio, y hace mucho, lo que podía dar... Necesitamos una que no quiera vivir sólo del rentismo fácil, como del extractivismo y la manipulación de mercados. Si queremos reactivar el crecimiento de la productividad, necesitamos dar un paso adelante en nuestra estrategia productiva”.

-El presidente de la CPC, Juan Sutil, dijo que para que las personas paguen impuestos, éstos deben ser “justos”. ¿Qué justicia conseguiría un contribuyente con más dinero pagando más impuestos?

-”Los que más reclaman por “justicia” tributaria son los tramos de altos ingresos, aquellos que más eluden y evaden impuestos. Recordemos que se ha estimado que en Chile el impuesto a la renta recauda casi un 5% del PIB menos de lo que debería, más que nada por elusión y evasión tributaria de los ingresos del capital. Eso obliga a rediseñar la política tributaria para tratar de solucionar eso”.

Palma señala que “lo que tanta gente olvida es que los impuestos no son más que una forma de pagar por los bienes públicos que el Estado entrega en forma gratuita. Por ejemplo, todos quieren más seguridad ciudadana, pero pocos están dispuestos a pagar por ella. La justicia tributaria se da vía la equidad horizontal y la progresividad vertical. Todos los que ganan lo mismo deben pagar igual, y todos los que ganan más deben pagar más, hasta Adam Smith estaba de acuerdo con eso y en Chile estamos al debe en lo uno y lo otro”.

-Una de las novedades de la reforma es que, a la tercera propiedad, las personas sobre el tope exento ($ 777.000 de ingreso al mes) pagan impuestos por la renta de ese bien. ¿Es adecuado este tributo considerando que la clase media chilena es “emergente”, es decir, lleva pocos años siendo clase media y percibe que no le debe nada al Estado?

-”Hay pocas cosas que distorsionan tanto una economía de mercado como las “exenciones” tributarias. Ley pareja no es dura. Se calcula que en Chile la pérdida de ingresos públicos por todo tipo de exenciones tributarias llega a unos US$ 10 mil millones. Y ese paquete de exenciones es una ensalada que no entiende nadie”.

“El tema es que el DFL2 se había transformado en una forma bastante burda para eludir impuestos. Una cosa es facilitar a la gente a que pueda tener su propia vivienda; otra, muy distinta, es que pase a ser una franquicia tributaria para no pagar el impuesto a la herencia, a las rentas de inversión, etc.”

“El problema en Chile con los grupos medios es otro: el porcentaje del ingreso que va a ellos (deciles 5 a 9) es uno de los menores del mundo. Además, no hay diferencia en ese porcentaje si se mide antes o después de impuestos y transferencias. Ese es el problema: es tal nuestra desigualdad que hasta esos grupos quedan asfixiados. Y lo que pagan en impuestos y reciben en transferencias es neutro”.

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