Siete alumnos del programa Magíster en Administración de Empresas (MBA) de la Facultad de Administración y Economía de la USACH, realizaron una pasantía de un mes en la University of Applied Sciences Joanneum (FH Joanneum), en la ciudad de Graz, en Austria.

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Graz, la segunda ciudad austriaca después de Viena, y capital de la Estiria (Steiermark), es un lugar con una gran población universitaria, y además centro de clusters de la industria automovilística. Además, su casco histórico sido declarado patrimonio cultural por la UNESCO.

Este es el lugar en que se realizó el Summer School organizado por la University of Applied Sciences Joanneum (FH Joanneum), instancia en la que participaron los alumnos del MBA de la USACH Angela Atenas, Gabriela Fajardo, Joaquín Apablaza, Juan Pablo González, Felipe Ramírez, Jorge Contreras y Rodrigo Rosas.

Francisco Castañeda, director del MBA, señala que este Summer School significó la asistencia diaria a una variedad de cursos relacionados a la sociedad y economía europea, así como también a aspectos multiculturales. "También fueron organizadas visitas a empresas de la región y a sitios turísticos, de modo que ellos tengan una mejor comprensión del entorno social. Las clases son desarrolladas en inglés, lo cual es un gran atractivo para alumnos que están perfeccionándose en el dominio de este idioma. Ellos deben hacer sus exposiciones públicas en inglés, opinar en las clases y sobre todo relacionarse con variadas nacionalidades", indica el director del MBA.

Castañeda, aprovechó de agradecer a la FH Joanneum y sus directivos (Doris Kindle-Wendner) por posibilitar a los alumnos del MBA esta fascinante experiencia. "Esto además contribuye a motivar a más alumnos del programa MBA para que realicen este tipo de actividades en el extranjero", finalizó el académico.

Algunos alumnos entregaron sus impresiones, como el caso de Ángela Atenas, quién explica que " sin duda asistir al Summer School en Graz, Austria, fue una excelente decisión y experiencia. Una vez que estás allá, te hacen sentir muy cómodo y en familia. Los profesores son muy receptivos y preocupados de tu bienestar durante la estadía. Sin duda las clases son un gran desafío ya que al ser en Inglés requieren de concentración y esfuerzo para dar buenos resultados. Los temas en las clases son interesantes tales como cultura, leyes y economía europea. A nivel personal, fue un desafío interesante, estas en contacto con otras culturas y otras costumbres, lo que sin duda sirve para conocer diferentes realidades y formas que tienen los países de hacer las cosas. Conoces personas interesantes y refuerzas al máximo tu inglés. Además, como Graz está en el centro de Europa, Puedes recorrer diferentes países en poco tiempo".

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Juan Pablo González agregó que la experiencia de vivir el Summer School en la ciudad de Graz Austria fue impresionante. "Si bien participar de este curso fue con una finalidad académica, todo el viaje aporta a enriquecerse de forma integral, ya sea en el compartir día a día con compañeros de otras nacionalidades, escuchar sus historias de vida, viajar a otras ciudades y conocer otras culturas. Esto contribuye a entender de mejor manera el sentido de realizar un MBA. El intercambio que se produce es total y lo único que queda es aprovechar eso para seguir creciendo como persona y profesional, en donde cada una de estas experiencias van aportando al bagaje que cada uno de nosotros poseemos. Si bien el tiempo del curso es acotado se escogen muy bien los ramos a realizar, tuvimos cursos en leyes, economía y cultura de la Unión Europea; todo esto para comprender como es hacer negocios con la U.E. y los tópicos que se deben tomar en cuenta si alguno de nosotros quisiera seguir esos pasos. Para finalizar: un curso totalmente recomendable, que si tuviera la oportunidad de hacerlo de nuevo, no dudaría", comentó el alumno del MBA.

Otro de los alumnos que entregó su opinión de esta experiencia fue Felipe Ramírez, quién agregó que los contenidos del Summer School fueron muy interesantes, dado que ayuda tener una visión de Europa, particularmente la Unión Europea, de su historia y sentido de este, permitiendo así para un extranjero, analizar posibilidades de generar negocios para exportar el producto o servicio hacia el viejo continente. Dentro de las dimensiones y contenidos, contemplaba la historia, principios y tratados, leyes, economía, intercambio cultural y gobierno de la UE. Adicionalmente, tener compañeros de otros países, donde discutíamos en clases las diferentes formas de relacionarse entre las personas y la importancia de esto al querer establecer una negociación.

"El Summer School, brindó la posibilidad de poder conocer algunas empresas Europeas, visitando sus instalaciones y otras universidades de países cercanos. En lo personal, fue una tremenda experiencia, donde los chilenos que estuvimos pertenecientes a la Usach, entregamos el mejor esfuerzo y dedicación por sobre los otros compañeros de otros países, logrando una muy buena presentación final, que era el examen de aprobación del curso. Recomiendo esta experiencia el cual lleva la reflexión para ver si en Sudamérica podemos alguna vez replicar esta unidad que logró el viejo continente, después de haber sido epicentro de dos guerras mundiales", explicó Ramírez.

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Finalmente, Joaquín Apablaza contó que ésta fue una experiencia enriquecedora, tanto en aspectos de desarrollo profesional, académico y personal. "La Escuela de Verano superó con creces mis expectativas en cuanto al desarrollo propiamente tal del programa académico, a las comodidades del "Greenbox" (edificio para hospedar estudiantes) y en las visitas a distintas empresas, recorridos y visitas culturales. Quizás en el transcurso de tres semanas no se alcanza a profundizar en todos los tópicos de manera exhaustiva, no obstante, me parece de una contribución importante para el desarrollo de las personas, al conocer distintas perspectivas de acuerdo a las realidades sociales de otros países generando instancias para exponer puntos de vista".

Para Apablaza una de las principales preocupaciones antes del viaje era el nivel de inglés que tenía, y si bien para él los primeros días no fue fácil entender el 100% de la clase, en la segunda semana ya entendía sin dificultad. "Desde esa perspectiva creo que mejoré bastante mi pronunciación en inglés y adquirí seguridad en cuanto a poder expresarme y comunicarme con los demás participantes del programa tanto individualmente como en el desarrollo de las clases. Sin duda fue una excelente experiencia, la cual recomiendo con mucha convicción a todos los estudiantes del MBA, considerando que todo el aprendizaje adquirido desde lo vivido y lo estudiado, logran otorgar matices importantes. Según mi punto de vista, todo esto me hacen hoy un profesional más integral y seguro en mi desempeño cotidiano", concluyó el alumno del MBA USACH.