Graz. Han pasado casi 7 semanas desde mí llegada a esta ciudad austríaca. Han sido momentos con sensaciones muy diversas. Desde un principio, aprendí lo que es tener que valerse por sí mismo, vivir la soledad al estar tan lejos de la familia y de los amigos. El intercambio cultural es intenso, pues todos los días se conoce a alguien nuevo -y no necesariamente austríaco-. La oportunidad de arraigarse en una cultura tan distinta a la chilena, el aprendizaje constante de otros idiomas -como el inglés y el alemán-, son experiencias que se hacen parte de la cotidianeidad y que, poco a poco, comienzas a sentir como propio.

Culturalmente hablando, Graz es una ciudad que ofrece un ámbito diverso para el desarrollo del conocimiento. Sólo basta saber que tiene 7 universidades, con un total de 40 mil estudiantes; siendo su población permanente de unas 270 mil personas. En Graz, las personas cuentan con una calidad de vida muy buena; poniendo énfasis en su mejoramiento continuo. La cantidad de estudiantes de todo el mundo que llegan a Graz, es inmensa; especialmente a la FH Joanneum, donde estudio. Mi programa, Global Business Program, está diseñado sólo para alumnos de intercambio, siendo su lenguaje común el inglés. Las clases dictadas en la FH Joanneum son bastante parecidas a las de Administración Pública, es decir, expositivas por parte del profesor; junto con el protagonismo de un trabajo práctico en equipo, que siempre incluye una exposición final -he tenido que disertar 2 veces-. Los temas de las cátedras son como una suerte de electivos de nuestras carreras en la FAE, pues son específicos, y responden a temas de actualidad intercultural, economía europea, entre otros. Además, la FH entrega muchos cursos deportivos y de alemán y cultura austríaca, para que los estudiantes extranjeros podamos compenetrarnos aún más con la realidad de este país.

Graz es una ciudad bellísima en cuanto a su arquitectura. Tiene como puntos altos el Kuntzhaus, el Clock Tower, Hauptplatz (plaza principal), la Isla del Mur, entre muchos más. Otra ventaja es la cercanía con otras ciudades de Europa, especialmente con Budapest, Münich, Venecia, etc., aspecto que entrega la posibilidad de conocer otras costumbres y lenguajes. La gente de Graz está lejos del prototipo típico que tenemos de los pueblos germanos, pues te ayudan en todo lo que necesites. Lo último que rescato es el eficiente sistema de transporte, que incluye buses, trenes y tranvías, los que pasan a la hora correcta, y te avisan cuándo volverán a pasar.

Esta experiencia, sin duda, marcará para siempre mi vida. Estoy muy contento de poder estar viviéndola. Me siento un afortunado por tener la posibilidad de estar aquí, e insto a todos los estudiantes de la FAE a intentar postular a la beca Ernst Mach Grant, para que puedan cumplir el sueño de estudiar en Europa y de desarrollarse en el ámbito académico, profesional y humano.