Rosa Arreola Ruiz
Universidad Autónoma de Baja California, México
2° Semestre
Mi nombre es Rosa Arreola, pero todos me llaman Rosie y soy orgullosamente mexicana, de una ciudad fronteriza llamada Tijuana. Estudio la Licenciatura en Mercadotecnia, pero cursé materias de Ingeniería Comercial en la Facultad de Administración y Economía.
Tuve el placer de llegar a Santiago de Chile el 12 de agosto, un día peculiarmente frío, donde de los 33 grados que hacían en mi ciudad natal, me enfrenté a los -1. El clima, la gente, la jerga chilena, pero sobre todo la comida eran increíblemente diferentes a los de mi país. El simple hecho de poder tomar agua directamente del grifo fue impactante para mí. La verdad es que sufrí las primeras semanas, pero superé el shock cultural rápidamente.
Personalmente, tomar materias 100% administrativas fue muy difícil, al menos al principio, sin embargo, mis horizontes se abrieron y comencé a ver otros puntos de vista dentro del ejercicio administrativo de las empresas, puesto que uno como Mercadólogo siempre se centra solamente en el consumidor. La vida no es así, ese fue mi aprendizaje más valioso en la Universidad de Santiago de Chile.
Amé Chile, amé Santiago. Ahora que estoy "agarrándole la onda" a las cosas de la ciudad, me duele mucho tener que pensar en regresar. Por esa razón (y porque una de mis más grandes pasiones es escribir), me tomé la libertad de redactar un texto para Santiago, la ciudad de los tréboles, que me impactó en lo más profundo:
Más allá de todo lo bueno o maravilloso que pueda existir, estoy verdaderamente convencida de que tú eres mejor. Sí, me dolerá mucho cuando me vaya, porque sé que estaré dejando una parte de mi vida y dentro de mi lejanía y mi tristeza te extrañaré y estaré pensando en cómo sería mi realidad en ti.
Aún no he descifrado el por qué de tus estaciones, ni el plazo de tu palabra, pero muero contigo cada madrugada. Muero ahogada en tu característica arrogancia, en tu soberbia de no confiar en nadie, de que creas que eres lo peor, la misma que delinea tu silueta, tus cabellos...
¿Qué puedo decirte de mí? No soy la mejor persona del mundo, eso. Que a veces me consumo en mis adentros, que me gusta viajar en auto y sacar la mano por la ventana para sentir el aire y que me gusta llorar de lo picante que está la comida. Puedo decirte que tomo café con mate para estudiar en la noche, que escribir es mi salida y mi ficción y que amo estar sola, pero no solitaria.
Hay miles de cosas que no me sabes, pero sí me haces sonreír, y me motivas a seguir creciendo, me das sed de conocer más. Aún no me voy y ya espero verte pronto y cuando no esté, seguiré escuchando el eco de las olas, el mar que me recuerda a ti, el del invierno que dio vida a un amor, uno que no tuvo final...
Gracias a ti ya no me aferro a lo funesto de mi persona, ya no ahogo lo singular con lo ordinario y lo corriente. Fuiste mi único consuelo cuando mi mundo se quebró, fuiste mi hogar y a ti siempre querré volver.
Mientras busco la combinación de palabras menos terribles, los días se van despegando tan rápido del calendario, que ya es verano... No sé cuánto más pueda seguir alimentando esta esperanza.
Es en los pequeños momentos en que el corazón se duerme, que comprendo por qué doy miedo, porque soy tan intensa, tan Rosie... Soy una loca romántica...
-Para Santiago.