Ana Cristina Huerta Silva
Universidad Autónoma de Baja California, México
1° Semestre 2015
Hola mi nombre es Ana Cristina Huerta Silva, tengo 22 años y soy estudiante de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), que se encuentra ubicada en Ensenada, Baja California, México.
Cada vez que escuchaba a un amigo hablar sobre las anécdotas que vivió durante su intercambio en Chile, me motivaba a contemplar ese país como mi opción primordial para realizar mi movilidad académica.
Como todo, no fue fácil al principio, ya que uno tiene que empezar de cero y adaptarse a la forma de vida del lugar que se visita. Se extraña a la familia y a los amigos, pero la oportunidad de conocer gente de otras ciudades y países hace más agradable tu estancia.
Tuve la fortuna de visitar varios lugares, los cuales hicieron que me enamorara de Chile. Aunque este país se vea chico, desde el norte hasta el sur puedes encontrar cualquier tipo de escenario. Tiene tantos lugares bellos que visitar que cinco meses no son suficientes para explorarlo. Visitar las Torres del Paine, Punta Arenas, Puerto Natales, Viña del Mar, Valparaíso, la Serena y viajar a Buenos Aires han sido experiencias únicas e inigualables.
Debido a razones académicas le he dedicado más tiempo a Santiago, la cual me ha parecido una ciudad con una arquitectura admirable y una gran diversidad cultural, ya que no es raro ver a diario persona de todo el mundo como por ejemplo: alemanes, franceses, italianos, peruanos y colombianos, entre otros. Es como si Santiago fuera el centro del planeta donde todas las nacionalidades convergen.
Aunque es de reconocerse que Chile posee uno de los mejores niveles académicos de Sudamérica y que la Universidad de Santiago de Chile cuenta con profesores altamente preparados, mi experiencia como universitaria no fue del todo agradable; pues durante mi estancia los alumnos decidieron suspender clases y "entrar en paro" por peticiones incumplidas. Esta situación nos impidió continuar con clases normales a todos los estudiantes de intercambio, lo cual nos puso en desventaja frente a los alumnos chilenos, porque ellos pueden recuperar las clases en el futuro pero nosotros nos iremos sin terminar el ciclo escolar como se debe.
No obstante y a pesar de situaciones que estuvieron fuera de mi alcance y de la universidad, realizar un intercambio fue la mejor experiencia de mi vida. Lo aprendido en estos meses será recordado de por vida. No es tanto lo académico, sino la experiencia de vivir en otro país y adaptarte a ello, encontrarte a ti mismo y conocer quién eres realmente. Por eso digo: gracias Chile por esta aventura.