Gladys Constanza Arancibia Muñoz (2013)

abroad_03

Gladys Constanza Arancibia Muñoz
Ingeniería Comercial
Movilidad 1°sem. 2013
Wiesbaden Business School, Hochschule RheinMain, Alemania.

Respecto a mi experiencia, llegas a una región con idiomas, culturas, paisajes, y arquitectura muy distinta a la nuestra; que la sensación de estar "perdido" es inevitable pero a la vez fascinante. Todo lo que ves es desconocido y después no sabrás en que momento todo pasa a ser parte cotidiana de tu vida. La influencia de tus pares y familiares, es muy difícil que te alcance, así que tú tienes la libertad de tomar tus propias decisiones, y así mismo la responsabilidad de aquellas; por ejemplo, si no quieres comer por una semana nadie te dirá nada, te encuentras envuelto en un estado de "libertad" al igual que tus otros compañeros.

Las clases en inglés se realizaban con alumnos de intercambio y alemanes, donde los alemanes no suelen acercarse, no conversan en clases, y además la mayoría de ellos acostumbra a manejar tres idiomas. Saben con mucha anticipación a que país viajarán de intercambio y estudian con la misma anticipación el idioma de dicho país. En algunos casos me pasó que si uno tiene alguna duda puede acercarse a ellos y son muy amables al responder, dispuestos a ayudar; pero es muy distinto a Chile donde se les integra de tal modo que se forman muchos lazos de amistad.

Producto de la convivencia, se comparte más que nada con los otros alumnos de intercambio, los verás a cada a segundo, en el bus, escuela, calle, centro, la mayoría dispuestos a conocerse y aprender del otro, donde no importará de donde provengas, ni religión, ni posición política que tengas. También te das cuenta que lo creías que era normal, para otros no lo es, y a la vez cosas que solo creías que sucedían en Chile también pasan en otros países; y así vas rompiendo tus propios paradigmas, disfrutando de aprender del resto, y aprendiendo además a ser más tolerante, porque cada uno es diferente y sientes que no hay barreras entre los países. Ves también que para mucha gente el español no está entre los idiomas que planean aprender, pero que gracias al inglés puedes darte a entender con la mayoría de los alumnos de intercambio.

Wiesbaden, se transformó en una segunda casa para mí, donde sus calles eran muy limpias, seguras y sin mucho tráfico; con edificaciones antiguas, bancos sin guardias de seguridad que atendían hasta las seis de la tarde, supermercados que con suerte tenían dos cajas funcionando, y un cielo sin smog con unas nubes enormes moviéndose todo el tiempo. Cuenta además con un sistema de transporte que funciona a la perfección donde las personas muy amables, recuerdo una vez, que al conductor de un bus le preguntamos sobre una dirección y cuanto llegamos al paradero él paró y caminó hacia nuestro asiento para indicarnos que ese era el lugar donde debíamos bajarnos.

Al estar dentro de Europa y ver que las distancias no eran tan grandes como en Sudamérica, la oportunidad de viajar dentro del continente se convirtió en mi meta a cumplir, teniendo la posibilidad de reencontrarme con varios amigos que hicieron su intercambio en Chile y que estaban muy felices de que pudiera ir visitarlos. Por otra parte el viajar y conocer distintos países me permitió ir descubriendo las costumbres, y diferencias de cada país, que no son tan parecidos entre ellos, como piensas.

Finalmente, este intercambio me ayudó para superar muchos miedos, cosas que nunca hubiera hecho en mi país, pero allá no tenía más opción, y el resultado de aquellas vivencias una vez superadas se vuelve muy gratificante y nada resulta tan difícil como se ve. Y bueno rescato también a los otros chilenos en el viaje, con quienes se formó una buena relación a pesar de no conocerlos antes de mi llegada, hubo una buena acogida y con algunos se formaron muy buenos lazos de amistad que estoy segura que perdurarán. Sin duda, una bonita experiencia, donde al estar solo frente al mundo debes conocer gente nueva, logras conocerte a ti mismo, imponer tus propios límites y en especial abrir la mente.