Milenka Espinosa Bustamante
Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Brasil
2do semestre 2015
"Imagine uma nova historia para sua vida e acredite nela" (Paulo Coelho). Creo que esta frase describe el momento en el que decidí irme de intercambio, por un momento imaginé esa nueva historia para mi vida y fue ahí que puse todas mis apuestas en ella.
Desde que estaba en el liceo encontré fantástica la idea de un intercambio, lo había visto en películas, y creo que en el fondo era uno de mis sueños. Este sueño se empezó a cumplir cuando decidí postular en mi último año de carrera, incluso ya habiendo terminado todos mis ramos, rompiendo todos los planes que tenía. Se me puso entre ceja y ceja poder irme a Brasil, poder aprender portugués, conocer "as maravilhas do Brasil", poder ver cómo funciona nuestra carrera en otro país, entre otras muchas inquietudes y curiosidades.
La primera semana fue realmente difícil para mí porque me cuestan un poco los cambios, pero luego de conocer a mis compañeros intercambistas todo comenzó a ser un poco más fácil. Dentro del primer tiempo viví en un hostel, luego un mes con una hermosa familia Porto Alegrense (Gaúcha) que me acogió con todo el amor en su casa, y finalmente terminé viviendo con una intercambista Mexicana (Ale) y otras cinco brasileñas.
La UFRGS (universidad a la que me fui) se encargó de recibirnos de la mejor manera, hicieron varias actividades en las cuales todos los chicos de intercambio logramos conocernos, interactuar y formar lindos lazos de amistad. De hecho, más que una amistad, terminamos formando una hermosa familia de Mexicanos, Colombianos, Argentinos, Bolivianos, Españoles, Italianos, y yo, la representante de Chile, al menos ese semestre. Con esta hermosa familia, y gracias a la beca y a la ayuda de mis padres, pude conocer Rio de Janeiro, Florianópolis, Foz de Iguazú, Porto Alegre y sus alrededores como Gramados, Canela, Nova Roma do Sul, entre otros. Obviamente todo esto sin dejar de lado el objetivo principal; estudiar.
Y si, estudiar en un idioma que no manejas para nada en un principio es bastante difícil, pero la similitud entre el portugués y el español facilita un poco las cosas. Yo opté por tomar unas clases de portugués para poder aprender lo básico, y el resto lo fui aprendiendo conversando, estudiando, haciendo trabajos, etc. Y lo logré, "Agora eu posso falar em português, não tão perfeito, mas acho que aprendi o necessário para poder me comunicar", y la verdad creo que le da un plus a un estudiante de Ingeniería Comercial.
En fin, la verdad podría llenar hojas y hojas hablando del intercambio y de la maravillosa experiencia a nivel de crecimiento personal, intelectual y emocional. Solo me queda agradecer infinitamente al apoyo de la FAE, de Verónica Yañez, de Verónica Godoy, de mi familia y amigos. Y como una vez me dijo mi roomie en Brasil "No puedo volver a ayer, porque era una persona diferente entonces", esta experiencia me cambió mil veces para mejor, y me dejó valiosos recuerdos, momentos, lugares, personas y amigos de todo el mundo.