Nicolás García Berna es estudiante de Administración Pública FAE. Obtuvo la Beca AUGM, con estadía en la Universidad Nacional del Litoral.
Testimonio de Nicolás García Berna:
Su vida en Santa Fe, Argentina
Su vida en Santa Fe, Argentina
Hace poco más de un mes, llegué a Argentina. Aunque se pueda considerar poco tiempo, estas semanas han sido intensas, inimaginables e, indudablemente, serán inolvidables. No tengo muchas formas de expresar lo vivido pero, al menos, quiero dar una idea que sintetice esta experiencia.
Claramente, en un comienzo, fue difícil dejar Chile, mi familia, amigos, novia, todo. Pero, con el paso del tiempo, cada nueva situación y la amabilidad de las personas de este país, con quienes convives, hacen que te vayas adecuando. De igual forma, todo es nuevo y llamativo, lo que, a cada momento, va gustando más y más.
Específicamente, estudio en la Universidad Nacional del Litoral, ubicada en la ciudad de Santa Fe. Esta última es la capital de la Provincia del mismo nombre. Una ciudad que posee alrededor de 450.000 habitantes, aproximadamente. Como referencia, Santa Fe está a unas 6 horas de Buenos Aires, y cuenta con paisajes muy llamativos, gracias al río Paraná, junto con parques y predios muy hermosos.
La vida es diferente en relación a lo que uno está acostumbrado. El ritmo de vida, y el día a día de las personas es distinto. En primer lugar, todo es más lento. Voy a todos lados caminando, lo que, verdaderamente, te hace olvidar el stress de vivir en una gran capital, donde todo es rápido. En un comienzo, fue extraño pensar que todo cierra a una determinada hora y que, al cabo de tres o cuatro, todo comienza a andar nuevamente. Lo que me llamó mucho la atención es la gran variedad de actividades culturales que se realizan en la ciudad. No hay día sin alguna actividad cultural, y lo mejor, es que es barato. Las personas van mucho a dichas actividades, y de igual forma, quienes conozco gozan mucho de hacer deporte y ocupar los espacios públicos.
Al momento de llegar a Santa Fe, todo ha sido genial. Pasas a convivir, de un día para otro, con muchas personas de diferentes países: España, Austria, Alemania, Croacia, Turquía, Brasil, Francia, México y algún otro, es impagable. Aprendes diferentes culturas, sus comidas, como es la vida en sus países. Es un gran choque cultural, pero me ha gustado.
Con respecto a la universidad, todo es diferente. En primer lugar, las asignaturas son mucho más extenuantes y extensas que en Chile. La hora académica dura 3 horas. A pesar de eso, la materia es visualizada a grandes rangos en el aula, y todo se sustenta en el autoestudio y en el complemento de apuntes.
No gano mucho escribiendo más. Pero, a los que, en realidad, les interesa vivir una experiencia inolvidable, les recomiendo que se aventuren a postular a las becas de intercambios. No sólo es una oportunidad académica donde podrán aprender mucho, sino que también se les abrirá todo un mundo, donde podrán conocer personas de muchos países, un país totalmente distinto al nuestro, y lo mejor, es que se pasa muy bien.
Claramente, en un comienzo, fue difícil dejar Chile, mi familia, amigos, novia, todo. Pero, con el paso del tiempo, cada nueva situación y la amabilidad de las personas de este país, con quienes convives, hacen que te vayas adecuando. De igual forma, todo es nuevo y llamativo, lo que, a cada momento, va gustando más y más.
Específicamente, estudio en la Universidad Nacional del Litoral, ubicada en la ciudad de Santa Fe. Esta última es la capital de la Provincia del mismo nombre. Una ciudad que posee alrededor de 450.000 habitantes, aproximadamente. Como referencia, Santa Fe está a unas 6 horas de Buenos Aires, y cuenta con paisajes muy llamativos, gracias al río Paraná, junto con parques y predios muy hermosos.
La vida es diferente en relación a lo que uno está acostumbrado. El ritmo de vida, y el día a día de las personas es distinto. En primer lugar, todo es más lento. Voy a todos lados caminando, lo que, verdaderamente, te hace olvidar el stress de vivir en una gran capital, donde todo es rápido. En un comienzo, fue extraño pensar que todo cierra a una determinada hora y que, al cabo de tres o cuatro, todo comienza a andar nuevamente. Lo que me llamó mucho la atención es la gran variedad de actividades culturales que se realizan en la ciudad. No hay día sin alguna actividad cultural, y lo mejor, es que es barato. Las personas van mucho a dichas actividades, y de igual forma, quienes conozco gozan mucho de hacer deporte y ocupar los espacios públicos.
Al momento de llegar a Santa Fe, todo ha sido genial. Pasas a convivir, de un día para otro, con muchas personas de diferentes países: España, Austria, Alemania, Croacia, Turquía, Brasil, Francia, México y algún otro, es impagable. Aprendes diferentes culturas, sus comidas, como es la vida en sus países. Es un gran choque cultural, pero me ha gustado.
Con respecto a la universidad, todo es diferente. En primer lugar, las asignaturas son mucho más extenuantes y extensas que en Chile. La hora académica dura 3 horas. A pesar de eso, la materia es visualizada a grandes rangos en el aula, y todo se sustenta en el autoestudio y en el complemento de apuntes.
No gano mucho escribiendo más. Pero, a los que, en realidad, les interesa vivir una experiencia inolvidable, les recomiendo que se aventuren a postular a las becas de intercambios. No sólo es una oportunidad académica donde podrán aprender mucho, sino que también se les abrirá todo un mundo, donde podrán conocer personas de muchos países, un país totalmente distinto al nuestro, y lo mejor, es que se pasa muy bien.