Luis Huerta Carrillo es estudiante de Administración Pública. Obtuvo la Beca Fundación Richard Muller, con estadía en la Universidad de Wiesbaden, Alemania.
Testimonio de Luis Huerta Carrillo:
Su vida en Wiesbaden, Alemania
Su vida en Wiesbaden, Alemania
Llegué hace seis semanas a Wiesbaden, y lo único que he hecho, desde entonces, es conocer personas todos los días, ya sea en la Hochschule, o en las fiestas que aquí se dan. A diferencia de lo que se pudiera pensar, los alemanes son muy afectuosos y están dispuestos a compartir sus costumbres y cultura, especialmente cuando vienes de un país tan lejano como Chile.
Por cierto, el intercambio cultural en Wiesbaden es realmente amplio. Se incluye una gran diversidad de estudiantes de nacionalidades que están inmersas en la vida Erasmus-Wiesbaden, de países como España, México, Turquía, Francia, Rusia, Estados Unidos, Inglaterra, Rumania, Uzbekistán, Irán, Corea del Sur, Marruecos, Pakistán, entre otros.
Wiesbaden es la capital del Estado Federado de Hesse. Se encuentra a treinta kilómetros de Fráncfort del Meno (Frankfurt am Main), sede del Banco Central Europeo. Históricamente, la ciudad es conocida por los asentamientos de la aristocracia rusa, tras la Revolución de Octubre, por lo que es común apreciar mansiones y autos lujosos de marcas como Audi, Mercedes Benz, BMW y Volkswagen. No es un mito, aquí hay taxis Mercedes Benz, pero como se imaginarán, el precio de una carrera no es muy conveniente. Por ejemplo, un viaje desde la USACH hasta la Plaza Italia, en un taxi alemán, fácilmente, cuesta más de 25 mil pesos chilenos.
A pesar de lo ostentoso que pareciera ser, el precio de la vida no es tan alto... no como pensaba. Los alimentos básicos son baratos, e inclusive, en algunos casos, más económicos que en Chile. Un litro de leche cuesta entre 30 y 40 céntimos de Euro (entre 200 y 300 pesos chilenos), y las pastas menos convencionales (tallarines y fideos), cuestan menos de 40 céntimos de Euro el kilo (menos de 300 pesos chilenos). El supermercado más conveniente se llama Lidl, y está a unos escasos 50 metros de la Facultad en la que estudio.
Importante es destacar la fuerza que tiene la cultura del reciclaje. Las bolsas plásticas del supermercado se venden. Sería conveniente traer de Chile unas bolsas ecológicas para las compras.
El sistema de recolección de basura también es otro punto importante. En Alemania diferencian cinco tipos de basura: plástico, vidrio (dependerá del color: verde, marrón o blanco), material orgánico, papel y cartón. La mayoría de las botellas plásticas, todas las de vidrio y las latas tienen un "castigo" de, aproximadamente, 25 céntimos de Euro, el que será devuelto sólo si se devuelve el envase vacío y en buenas condiciones. Por cierto, el agua mineral que tomo es de dos litros y cuesta 90 céntimos de Euro, con castigo incluido (650 pesos chilenos).
Wiesbaden tiene paisajes realmente sorprendentes. La cercanía de importantes ciudades hace que el intercambio cultural sea de alta calidad. En mi caso personal, por ser alumno de la Hochschule Rhein Main (ex FH Wiesbaden), tengo un ticket semestral de gratuidad para el transporte público de las ciudades de Wiesbaden, Mainz y Fráncfort del Meno. Importante es que, una vez que la Universidad entrega la tarjeta de transporte, nunca la olviden; pues la multa por subirse a un bus y no pagar es de 40 Euros, al igual que si no pagan su pasaje en el tren, tranvía (sólo en Mainz y Fráncfort del Meno) o metro (sólo en Fráncfort del Meno).
Continúo avanzando en las clases de alemán, y en mis clases en inglés.
Finalmente, quiero agradecer la oportunidad que mi familia, la FAE y la Fundación Richard Müller me han dado para lograr realizar con éxito esta experiencia que, sin duda, es absolutamente recomendable.