Gino Alexis Mora Leyton
Administración Pública
1° Semestre 2014
Wiesbaden Bussines School, Alemania.
Siempre resumir una experiencia de intercambio en breves palabras es algo difícil. Es un acontecimiento que, si bien es sólo un breve lapsus dentro de una larga vida, logra un impacto en cada uno de nosotros que nos cambia para siempre. En mi caso, el intercambio en Alemania fue el segundo que tuve después de haberme ido por un semestre a Brasil en el 2012. No obstante, ambas experiencias fueron completamente diferentes, cada una con momentos dulces y amargos muy distintos.
Alemania es un país que se demuestra como una potencia desarrollada que pude observar desde el primer momento en que aterricé. Es un gran impacto al llegar por primera vez, luego de haber sólo conocido el ambiente latinoamericano. Lo que más me llamó la atención fue el ingenioso uso de los recursos energéticos, siendo algo común aquí ver casas con sus propios paneles solares y ver constantemente en los cerros variados molinos de viento para generar energía eléctrica. Por otro lado, Alemania tiene una consciencia de reciclaje muy bien instaurada. Por ejemplo, tú debes llevar tus propias bolsas al supermercado y ahí también te pagan por llevar de vuelta las botellas y latas luego de utilizarlas. Vivir en carne propia todo ese sistema y ser parte de él por 5 meses me llevó a pensar en que si Latinoamérica podría alguna vez llegar a tal estado de consciencia ecológica. En este último punto es en donde me doy cuenta lo importante que me entregó esta experiencia y que se diferencia mucho a la de Brasil: creo que Chile y Latinoamérica tiene un largo camino que recorrer para alcanzar el "desarrollo", no es algo que podamos hacer en corto tiempo, ya que debe ser un proceso que no sólo se refleje en indicadores económicos, sino que también se instaure en el ciudadano común dentro de su vida cotidiana. En Alemania el desarrollo lo pude presenciar precisamente en cómo vivían sus ciudadanos más que con cuanta cantidad de recursos disponían cada uno de ellos.
Quizás para muchos el camino al desarrollo se vea lejano cuando comparamos un país como Chile respecto a Alemania, pero creo que es posible acercarnos a él si somos capaces de aprender de las buenas practicas de otros países y no sólo aplicarlos en los diversos sistemas que compone una sociedad, sino también dentro de nuestras propias vidas. Es en este último punto en donde mi experiencia en Alemania cobra importancia para mí: he podido ser parte de ese modo de vida, y si bien ha sido breve, creo haber aprendido de él lo suficiente para hacer un pequeño, pero significativo cambio en mi modo de vivir y pensar al volver a Chile, que espero en algún futuro pueda utilizar para el "bien común", un concepto que si bien es ambiguo y controversial, siempre será importante en la vida profesional de cualquier Administrador Público.