Camila Pérez Millar
Wiesbaden, Alemania
Segundo semestre 2015
Mi intercambio en Alemania fue una experiencia que cambió mi forma de ver las cosas. Sin duda, las recomendaciones para un intercambio ayudan, permiten tener una idea de lo que afrontarás; pero nada de lo que te dicen resulta suficiente. Cada día conoces, aprendes y enfrentas tantas situaciones que todas esas concepciones previas no logran representar ni el 10% de lo que vives. Para mí, no solo representó un desafío personal respecto a la autosuficiencia y valentía, también me permitió ser consciente de la importancia que tiene la predisposición y la tolerancia para relacionarte de manera efectiva con los demás. Convivir con personas de culturas tan distintas, de las que muy poco conocimiento tenía; escuchando sus problemas, planes, opiniones y sueños, me permitió ser más receptiva, darme cuenta que muchas veces nos limitamos al entorno más cercano, y que aunque nos separen grandes distancias, y tanto el idioma como las rutinas puedan ser totalmente distintas; aquí, en México, Alemania, Turquía, o Tailandia, hay personas con las que logras compartir, sentirte protegido y querido.
A modo personal, creo que lo mejor es enfrentar los miedos, y no aferrarse a lo conocido, porque muchas veces, en los viajes menos planeados, y las personas que parecían más opuestas a nosotros, se encuentra lo más interesante y lo que recuerdas con más aprecio.
Hoy me siento una persona más preparada, independiente, capaz y confiada en lo que soy y quiero lograr, además de mantener contacto con personas que quiero, y jamás esperé conocer.