Leonel Sebastián Contreras Ruiz
Contador Público y Auditor
Wiesbaden Business School / Hochschule RheinMain
International Business Administration
1° Semestre 2018 / Sommersemester 2018
Mi semestre en WBS:
Entré a la universidad con un fuerte espíritu de superación, teniendo a mi padre como ejemplo, habiendo estudiado la misma carrera; Me interesé desde ‘cachorro’ en todo este ámbito de estudios en el exterior y de las oportunidades que entregaba la Universidad de Santiago en este aspecto, así que decidí, cada año, asistir a las charlas que daba la facultad con respecto a las posibilidades de movilidad estudiantil, al principio, tengo que ser honesto, sentía miedo, no confiaba en mis capacidades, en lo que sabía, me cuestionaba a mí mismo; veía a mis amigos de infancia (de otras Universidades) irse de intercambio, incluso un amigo de mi mismo colegio, que también estudia en al FAE, y me dije – ‘ ¿Por qué yo no? ‘, me empecé a ‘creer el cuento’, postulé y en tan sólo un intento quedé seleccionado, llamé a mis ‘viejos’, les conté la noticia, y con mucha alegría y emoción me decían: ‘Yo sabía que podías hijo, nos sentimos orgullosos de tus logros’, mientras escuchaba esto se me ponía la ‘piel de gallina’ y me dije ‘Hoy comienza esta aventura’.
Claro, esto no es llegar y ‘ganar’, hubo un periodo importante de tiempo, mientras tenía presentaciones y pruebas, que tenía que hacer trámites con la embajada alemana para poder irme a estudiar sin ningún problema. Y tal como indica el estereotipo que tenemos hacia los alemanes, es que son eficientes, tuve que hacer todo trámite con bastante tiempo de antelación, y claro, también hay que ser puntual.
Tuve la suerte de venir con 2 chilenos más, con los que coordiné el ticket de avión, así que nos fuimos juntos, un poco de compañía no le hace mal a nadie, digo yo. Bueno, llegamos a ‘Fraport’ o Frankurt International Airport, y nuestros 3 buddies*, nos esperaban para llevarnos a nuestra pieza en Camp Pieri, que terminaría siendo nuestro hogar durante todo el semestre.
(*) Buddy = En esta universidad, desconozco si en toda Alemania tienen este sistema, funciona en que te recibe un estudiante de la universidad de destino, el/la cual se comunica contigo desde el momento en que son asignados y tienen mucha disposición a ayudar.
Durante los primeros días, algunos pueden decir que fue difícil, había mucho frío, no conocíamos prácticamente a nadie, el shock cultural, y algo tan simple como encontrar un supermercado abierto un domingo, es prácticamente imposible en este país. Pero para mí, no era problema porque estaba tan emocionado de estar cumpliendo mi sueño de viajar a Europa que salía a conocer, contra viento y marea, para vivir y aprender de esta experiencia al máximo.
Después de las primeras dos semanas que pasé aquí, fue el ‘Enrollment Day’ que es una especie de día de bienvenida protocolar, pero aún las clases no comenzaban, el primer mes prácticamente fue sin clases, porque llegué antes al país como para adaptarme, además de que las primeras semanas se hace un curso intensivo de alemán, idioma que sabía cero o menos, por lo tanto tomé el curso más bajo para aprender, y resulta que me quedó gustando, posiblemente en Chile, busque la manera de seguir tomando cursos.
Para el comienzo de clases, tomé la continuación del curso de alemán, y otras 4 asignaturas, así que durante el semestre podría decirse que tomé 6 asignaturas, pero acá la carga horaria es mucho menor, así que adecué mi horario a mis necesidades: viajar. Yo sólo tenía clases sólo miércoles, jueves y viernes, de 8 a 1 pm., por lo tanto, todos los fines de semana, eran ‘fin de semana largo’, ¡Fenomenal!, lo que me permitió conocer muchas ciudades dentro de la región de Hesse, y lo mejor, ahorrando dinero, porque con el pase estudiantil de esta universidad puedes viajar gratis por toda la región. Pero bueno, continuando con lo de las clases, lo más difícil es cursar la asignatura en inglés, ah bueno… y que hay sólo un examen final de un 100% o un 90% si hay alguna presentación de por medio, suena aterrador, de hecho, lo es un poco jajaja, pero las asignaturas no son tan difíciles, quizás porque ya las había cursado, en el sentido que eran muy similares a los ramos en Chile; y a esto sumémosle que también estaba trabajando en la tesis con mi compañero, con un ligero obstáculo de 6 horas de diferencia, pero si se quiere se puede, o al menos eso creo yo jajaja.
Mi habilidad para comunicarme en inglés aumento exponencialmente, porque cuando llegué, si bien sabía que sabía el idioma, lo hablaba lento, estaba oxidado, porque nunca practicaba, pero acá en el Erasmus* fue genial, siento que hablé más inglés en un semestre que en toda mi vida, y como hicimos grupos de amigos de distintas nacionalidades, incluso aprendí palabras en varios idiomas diferentes, la mayoría de estas son malas palabras, pero cuentan igual ¿o no? Jajaja.
(*) Erasmus = Programa Europeo de Intercambio de Universidades (o algo así), técnicamente yo no era Erasmus (como muchos del intercambio), pero el nombre gustó y quedó.
Sobre la ciudad, bueno, Wiesbaden es la capital de la región, es una ciudad muy tranquila, que, en su momento, o creo que lo sigue siendo, fue muy adinerada, entonces hay sectores de la ciudad con mucho poder adquisitivo, así que recomiendo evitar esas zonas, pensando en el presupuesto de estudiante jajaja. También la mayoría de la población es mayor, entonces los negocios también se enfocan a ello, por lo tanto, no hay mucha vida nocturna juvenil, para lo que hay que viajar a ciudades cercanas, como Mainz o Frankfurt, o hacer fiestas en las residenciales. Pero de todas formas no cambiaría mi destino, esta ciudad es preciosa, de las diferentes ciudades alemanas que visité, Wiesbaden es una de las más hermosas, y como usuario cotidiano del transporte público en Chile, amé el que hay en esta ciudad y prácticamente toda Alemania, la puntualidad y la frecuencia que tienen es impresionante.
La gente, cualquier estereotipo negativo que puedas tener, es falso. Yo me esperaba a todos los alemanes, fríos y apáticos, quizás al principio porque, bueno, no te conocen, yo soy igual el Chile, pero una vez que haces amistad con ellos son muy amigables, y simpáticos, esto también pasa en cualquier tienda o supermercado, no, así como en otros países que he visitado.
La vida en la residencia de estudiantes, fue difícil, no sólo al principio, si no que durante todo el semestre, para ser honesto, el edificio parece un escenario postapocalíptico, y bueno lo es un poco, porque esta construcción solía ser una base militar estadounidense, entonces tengan esa imagen en la cabeza, y ahora añadan a las personas, que desde mi punto de vista, son extraños, me refiero a sus costumbres o no sé, simplemente no me sentía tan cómodo, claro me refiero a las personas fuera del círculo de los Erasmus. Mi departamento fue una experiencia desagradable, si bien estaba con el otro chileno compartiendo el piso, los otros 2 que no eran de intercambio, eran muy sucios, no lavaban sus platos ni sacaban la basura, esto último creo que lo tuve que hacer al menos un 80% de las veces, porque no soy un animal para estar viviendo en esas condiciones. Así que prefería pasar fuera de casa, y llegar sólo a dormir. Lo describo como un inferno, pero es que lo fue un poco, y esta fue la única mala experiencia que viví durante el intercambio, porque venía dispuesto a todo, a la aventura, a la adversidad, salir de mi zona de confort, conocer lugares y gente nueva, pude pasar todas esas y más barreras, pero nada me molestó más que esta experiencia con la suciedad. No quiero asustar a los próximos estudiantes que vengan, pero como hay departamentos malos, también hay dormitorios geniales, lo ideal es caer en uno con sólo gente de intercambio, porque todos están en la misma situación, entonces recibir y prestar ayuda no es tan difícil.
En conclusión, a pesar de que el párrafo anterior dije lo peor, quiero decir que, hasta el momento, el intercambio ha sido la mejor experiencia de mi vida, y aún me quedan unas 2 semanas de recorrer Europa. Aprendí cada día, minuto y segundo que vivía, crecí como persona, maduré, me volví fuerte ante la adversidad y pude encontrar más de una solución para superar los problemas. Conocí gente de muchos países diferentes, muchas culturas muy diferentes a la mía, pero si puedes encontrar similitudes para formar una amistad y aprender de la otra cultura es una experiencia única, estas personas dejaron su huella en mi vida, nunca las olvidaré. Con algunos hubo tanta conexión que hasta nos prometimos hacer negocios en el futuro, y espero que así sea.
Lo que partió como un sueño, se convirtió en realidad, una realidad que superó a mi propia imaginación, ese fue el nivel de esta experiencia, inolvidable. Las oportunidades no llegan por arte de magia, siempre están, el problema es identificarlas, así que hazlo, sólo hazlo, atrévete y vive algo único.