Oscar Guevara Arias (01-2007)

Quizás el simple hecho de pasar de 36 grados centígrados en verano a temperaturas bajo cero en invierno, ha hecho de Chile un país de grandes contrastes y son varias las cosas que lo demuestran: Su sólida economía, indiscutible referente Latinoamericano, contrasta con su inequitativa redistribución del ingreso; su envidiable infraestructura vial (sobretodo la interurbana), contrasta con un desorganizado sistema de transporte público que hasta hoy nadie (ni siquiera el gobierno) comprende; la variedad de sus bellos paisajes andinos y costeros, contrastan tristemente con sus exagerados niveles de contaminación; la sobriedad del santiaguino, contrasta con la euforia y vehemencia de sus protestas públicas; en fin, podría enumerar quizás otras cosas, pero siento que aun me faltan elementos de juicio para conocer mejor este hermano país. Lo cierto es que pese a estos contrastes,  el balance de mi estadía aquí, es completamente satisfactorio; Chile se convirtió nada menos que en el país que me acogió para desarrollar mi proyecto académico y con ello, obviamente mi proyecto de vida. Así es que no puedo menos que agradecer toda la generosidad y el maravilloso trato que he recibido durante estos 18 meses que me he convertido en "chileno por adopción".

Hablando concretamente de mi experiencia académica en la USACH, puedo afirmar que el balance es muy positivo. El Magíster en Economía Financiera me ha suministrado una buena batería de herramientas matemáticas, económicas y financieras para pensar los problemas, desde muy diversas dimensiones. Siento haber aprendido (y sobretodo desaprendido) innumerables conceptos de la teoría financiera, que desconocía por completo y que sin duda, serán de valiosa utilidad para ponerlos en práctica, una vez regrese a mi país. El ambiente académico de la USACH es fascinante, así como su infraestructura física y su riqueza histórica; puedo decir hoy, con toda claridad, que no me equivoqué al tomar la decisión de llegar a estudiar a este claustro universitario.