Con el nombre "Situación académica y económica de las universidades regionales chilenas", el académico del Departamento de Economía de la Facultad de Administración y Economía de la USACH, Víctor Salas, describe en el volumen número 123 de la Revista Estudios Sociales, de la Corporación de Promoción Universitaria (CPU) con el título "Presente y Futuro de las Universidades Regionales Chilenas", la mejora continua de los establecimientos de educación superior en las regiones del país, sobre todo en investigación y mejora en los puntajes de la PSU.
Con el nombre "Situación académica y económica de las universidades regionales chilenas", el académico del Departamento de Economía de la Facultad de Administración y Economía de la USACH, Víctor Salas, describe en el volumen número 123 de la Revista Estudios Sociales, de la Corporación de Promoción Universitaria (CPU) con el título "Presente y Futuro de las Universidades Regionales Chilenas", la mejora continua de los establecimientos de educación superior en las regiones del país, sobre todo en investigación y mejora en los puntajes de la PSU.
La Corporación de Promoción Universitaria fue creada a fines de la década de los 60, por un grupo de ex dirigentes estudiantiles universitarios de América Latina con el propósito de contribuir al desarrollo de la Educación Superior en la Región. Los ejes temáticos de esta organización fueron la administración de justicia, la descentralización y la calidad y equidad en la educación superior.
Desde sus inicios la corporación ha difundido su trabajo a través de varias líneas de publicaciones entre las que destaca la Revista Estudios Sociales, la publicación más antigua del país en el área de las ciencias sociales y de gran prestigio en el medio académico, además de libros que dan cuenta de estudios y seminarios y de su serie de documentos de trabajo.
En el número 123 de esta importante publicación, titulada ""Presente y Futuro de las Universidades Regionales Chilenas" el economista y académico de la Facultad de Administración y Economía de la USACH, Víctor Salas, publicó su artículo "Situación académica y económica de las universidades regionales chilenas". En este estudio, el profesor Salas identifica lo central de la realidad universitaria regional.
Utilizando una clasificación de las universidades, según la localización de su sede principal y la distribución de su matrícula de pregrado en el país, se agrupan éstas en regionales, metropolitanas y nacionales. "Las universidades regionales muestran gran potencia al atraer alumnos de primer año cuya matrícula crece al 2,56%, promedio anual, entre 2011 y 2015, lo que sostiene la caída de la matrícula del sistema universitario en igual período (-0,78%)", indica Salas, agregando que este es el primer punto para la política pública en el sector.
A juicio de Salas, las universidades regionales muestran rasgos positivos en su accionar. Han mejorado continuamente (en once años observados) los puntajes PSU promedio de sus alumnos, son más eficientes que las otras agrupaciones de universidades en la titulación de sus estudiantes de pregrado y dominan sus áreas geográficas de trabajo, manteniendo en 2015 un 62,3% promedio de la matrícula total dejando el resto a sus competidoras, normalmente, universidades nacionales y, a veces (pocas) de otras regiones o metropolitanas.
El artículo del profesor de la FAE, publicado en la Revista Estudios Sociales de la CPU, indica que en las regiones existe concentración en la docencia de la educación superior, con IHH muy por sobre 2500 en la mayor parte de ellas, excepto en las áreas metropolitanas (Valparaíso, Bio-Bío y RM) que tienen IHH entre 400 y 1000.
"Las universidades regionales también tienen altos niveles de investigación, con 38,14% de artículos WoS y una captura de fondos de 42,46%" señala Salas. Estas casas de estudio, además, generan mayor movilidad social por la vía de los mecanismos de becas y créditos estatales y la captura, en 2015, de la mayor proporción de alumnos provenientes de establecimientos municipales.
El estudio indica, a su vez, que las universidades regionales tienen una fuerte dependencia de los recursos estatales. "El 55,35% de sus ingresos operacionales corresponde a los aranceles de pregrado y el 21,7% son aportes basales y fondos concursables", argumenta el profesor Salas, agregando que los estudiantes de los establecimientos de educación superior regionales solo pagan directamente, en promedio, el 36% de los aranceles efectivos que éstas cobran, los que facilitaría avanzar en gratuidad.
Otro punto que destaca el experto e temas educacionales de la FAE son los resultados de las políticas públicas de estas casas de estudio, los que indican fragilidad operacional, en el promedio de ellas, que requiere, a su juicio, ser abordado.