La actividad contó con la participación de Andrés Palma, secretario ejecutivo de la Reforma Educacional y de Héctor Toledo, representante de los académicos de la Facultad ante el Consejo Académico.
La actividad contó con la participación de Andrés Palma, secretario ejecutivo de la Reforma Educacional y de Héctor Toledo, representante de los académicos de la Facultad ante el Consejo Académico.
La académica del Departamento de Gestión y Políticas Públicas y coordinadora de la actividad en la FAE, Karina Arias valoró esta instancia como una posibilidad para comenzar a comprometerse y organizarse en torno a este proceso. "Validamos un plan de trabajo, en el que una de las propuestas es que el próximo martes invitemos a participar a más expertos, con el fin de empaparnos más del proyecto de ley. Y a partir de eso, dar inicio al trabajo de las mesas temáticas", detalló la coordinadora, advirtiendo que "la gente que participó tiene la sensación de que se puede lograr algo. Entre todos tenemos que convencernos de que sí se puede influir en la Reforma".
La segunda jornada se realizará el día martes 30 de agosto de 9:30 a 13:00 horas en la sala 705, instancia a la que la Facultad de Administración y Economía invita a toda la comunidad (alumnos, académicos y funcionarios) a participar. Para quienes quieran hacerlo, tendrán horario protegido.
Primera jornada
En este primer encuentro, que se realizó en la sala 705, el profesor Héctor Toledo, explicó cómo nació esta iniciativa al interior del Consejo Académico y cuáles son los propósitos centrales de ella. Luego se refirió en términos generales al contenido de la reforma que propone el gobierno.
"Ahora nadie que no sea acreditado puede seguir llamándose universidad. Va a existir un consejo de la calidad conformado por personas elegidas por la alta dirección pública, que van a durar más o menos cinco años, quienes en ese período tienen plena autonomía. Ellos serán quienes propondrán los criterios de acreditación. Además, existirá la obligación de acreditarse en investigación, docencia, gestión interna, gestión general, entre otras materias. Hoy día muchas de estas universidades que dicen estar acreditadas, lo hacen en la gestión, es decir, tienen buenos edificios, buenos computadores, etc, pero eso no es acreditación universitaria", explicó Toledo.
Otro punto que destacó Toledo, fue la creación de una subsecretaría de educación superior. "Es como un ministerio dentro del ministerio dedicado exclusivamente a la educación superior. Todo esto tiene la intención de normar un gran desorden que había en educación superior desde el año 80. La cuestión está en que hay que conversar de eso, cuánto es invasivo, cuánto no, es necesario, o es mejor el desorden de libre mercado, a donde nos lleva, pero tampoco pasar a un Leviatan que nos dirija la vida a todos, ese no es el propósito del proyecto de ley", finalizó el académico.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Reforma Educacional y ex académico del Departamento de Gestión y Políticas Públicas, Andrés Palma, destacó el tema de la educación parvularia, la ley de inclusión escolar lo que calificó como "una transformación en el estructura de la educación escolar". A su juicio, este proyecto termina con la lógica de mercado en la educación escolar, finaliza con todos los procesos de selección en establecimientos estatales y el fin al lucro en los centros educativos que reciben aporte del Estado.
Palma, además, se refirió a la mejora en los profesores, lo que impacta al sistema universitario. "Hasta ahora puede haber una facultad de pedagogía no acreditada. La reforma cambia el proceso de acreditación en la educación superior, pues esta se hará anualmente y las facultades de medicina y pedagogía deben tener una acreditación específica", indicó Palma.