La gobernanza, la homogeneización del lenguaje contable y la regulación contable internacional han marcado la tendencia en contabilidad en las últimas décadas. La información se ha convertido en una herramienta esencial para la toma de decisiones en todo tipo de organizaciones, por lo que resulta fundamental que una entidad informe todo lo que podría impactar su condición económica y financiera. En este sentido, la transparencia "contable" se transforma en un pilar crítico en el proceso de rendición de cuentas de cualquier institución, situándola como un principio de transparencia por distintos organismos internacionales.
La gobernanza, la homogeneización del lenguaje contable y la regulación contable internacional han marcado la tendencia en contabilidad en las últimas décadas. La información se ha convertido en una herramienta esencial para la toma de decisiones en todo tipo de organizaciones, por lo que resulta fundamental que una entidad informe todo lo que podría impactar su condición económica y financiera. En este sentido, la transparencia "contable" se transforma en un pilar crítico en el proceso de rendición de cuentas de cualquier institución, situándola como un principio de transparencia por distintos organismos internacionales.
Por ello, diversas organizaciones del ámbito contable y de auditoría han continuado con sus esfuerzos e iniciativas para desarrollar estándares de calidad que permitan fortalecer la confiabilidad de la información financiera. Es así como en los últimos años, hemos podido observar cambios transcendentales que se han centrado en cuestiones vinculadas a la información financiera tanto en el ámbito privado como en el sector público.
En materia de información financiera internacional, se han seguido generando cambios sustanciales, como es el caso de las nuevas NIIF sobre reconocimiento de ingresos, arrendamientos y pérdidas crediticias, temáticas que representan importantes desafíos para su implementación y en la información a revelar en los estados financieros. Sin duda que los cambios que requieren atención inmediata lo constituyen la NIIF 9 sobre reconocimiento y medición de instrumentos financieros y NIIF 15 sobre ingresos de actividades ordinarias procedentes de contratos con clientes; ambas normas entraron en vigencia el 1 de enero de 2018.
Pero no debemos olvidar la NIIF 16 sobre arrendamientos, norma cuya aplicación es obligatoria a contar del próximo año, la que contiene aspectos un poco más complejos que los contenidos en la actual NIC 17 de arrendamientos; cuyo análisis se debe profundizar y reflexionar sobre su implementación práctica.
Por su parte, en el ámbito de las auditorías financieras también tenemos novedades. La Federación Internacional de Contadores (IFAC por sus siglas en inglés) ha emitido varias normas internacionales de auditoría (NIA), entre las que destaca la NIA sobre la emisión de un nuevo informe de auditoría, el que describe en forma más amplia los aspectos más relevantes en los que el auditor ha centrado su labor de revisión. Este avance contribuirá a un mejor entendimiento de la realidad económica y financiera de la entidad auditada por parte de los usuarios de la información financiera, ya que podrán conocer más sobre el trabajo que el auditor ha realizado.
Este cambio obliga a los auditores que efectúan las auditorías de conformidad con las NIA a describir en su Informe de Auditoría de entidades que cotizan, sobre las "cuestiones clave de auditoría" (Key Audit Matters-KAM), describiendo el trabajo de auditoría que fue realizado sobre dichos aspectos. Un ejemplo lo constituye la inclusión en el informe de auditoría del riesgo sobre el deterioro de ciertos activos, tales como la plusvalía adquirida, los activos intangibles y las propiedades, planta y equipo; proporcionando una descripción de tales riesgos y de cuál fue la respuesta del auditor, indicando los procedimientos de auditoría para examinar las partidas de los estados financieros relacionadas con dichos riesgos.
Las Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas (NAGAs) vigentes en Chile aún no recogen este requerimiento internacional con respecto al Informe de Auditoría; por lo que tenemos que estar atentos y preparados para este futuro cambio, el que constituirá un gran desafío y aportará una mayor transparencia e información más relevante en la comunicación con los grupos de interés, aspecto que es clave para incrementar el valor que es percibido por los usuarios sobre la auditoría de los estados financieros.
Pero el sector público local no ha estado ajeno a estas nuevas tendencias en materia de contabilidad y auditoría. Desde el 2010, hemos estado presenciando una serie de reformas contables y de auditoría. Por una parte, está el proceso de adopción de las normas internacionales de contabilidad del sector público (NICSP), proceso que ha sido liderado por la Contraloría General de la República; y que, a contar del 2016, los servicios públicos del gobierno central han comenzado con su aplicación, continuando con el sector municipal en los próximos años.
Asimismo, la Contraloría General de la República ha informado sobre la implementación de auditorías financieras, usando toda la información que estará disponible en los estados financieros que las entidades públicas prepararán y presentarán de conformidad con las NICSP-CGR.
Si bien cada Jefe de Servicio es el responsable de los ingresos y gastos y de la preparación y presentación de los estados financieros de su respectivo servicio público, incluyendo la correcta implementación de las NICSP-CGR; las auditorías de dichos estados financieros por parte de la Contraloría permitirán agregar una mayor credibilidad sobre la posición financiera de la gestión pública y una mayor confianza con respecto del buen uso de los recursos públicos por parte de las instituciones.
Este avance en materia de información financiera en el sector público junto con las auditorías financieras de los estados financieros preparados y presentados de conformidad con las NICSP-CGR contribuirán a mejorar el proceso de rendición de cuentas del Gobierno; lo que permitirá a su vez fortalecer la transparencia de la gestión financiera de la administración de un Estado.
Además, los estados financieros usando las NICSP podrán guiar a un electorado más informado. La sociedad civil y los ciudadanos, en general, podrán conocer cómo se están gastando los recursos públicos a través de la divulgación de todas las transacciones realizadas por un servicio público, provengan o no del presupuesto; siendo necesaria la obligación de publicar esta información en un lenguaje comprensible y amigable para la ciudadanía.
Estas tendencias y novedades, en particular en el Sector Público, representan nuevas oportunidades y grandes desafíos para el contador público y auditor, aspectos que no solo requieren de habilidades "duras" y de lógica, sino también de comunicación y creatividad (en el buen sentido de la palabra) para transmitir los "números" en una forma entendible para los grupos de interés de la información financiera de las organizaciones.
Por Verónica Ruz
Especialista y consultora en estándares financieros internacionales
Académica Departamento Contabilidad y Auditoría
Facultad de Administración y Economía USACH