El decano de la Facultad de Administración y Economía de la USACH destaca que la construcción, hecha con materiales reciclados, alberga hoy a los alumnos de las cuatro carreras que tiene la facultad, otorgándole un espacio moderno, cómodo y sustentable de trabajo, estudio y descanso que antes no tenían.

news_145_01Cuando comenzó la construcción del Edificio Recicla de la FAE, a finales de 2016, la mayoría no se imaginaba el resultado que tendría una vez terminado. De a poco, se fueron conociendo detalles del proyecto, hasta que una vez culminado, los estudiantes pudieron ser testigos de una construcción única en Latinoamérica. "Pensamos en que este edificio debía responder a los estándares actuales en materia de sustentabilidad y nos sumamos a ese desafío utilizando, en su mayoría, materiales reciclados", indica Jorge Friedman.

El edificio, de 744 metros cuadrados, proporciona a los estudiantes comodidad, en un espacio iluminado y climatizado, con sillones cómodos para el co-work, para el estudio o simplemente para tomar un descanso de sus actividades académicas diarias. Las salas de clases entregan luminosidad, están acústicamente aisladas, complementadas con pupitres ergonómicos para los estudiantes. "Los estudiantes saben la historia sustentable de este edificio, sin haber siquiera puesto una placa explicativa en él. Saben que está construido con materiales reciclados, con maderas rescatadas de edificios en demolición, con contenedores marítimos dados de baja y con árboles que fuimos a rescatar para que tuvieran una segunda vida en los pastos de la FAE", agrega Friedman.

Finalmente, quisimos entregarles una sala de estudio que, a su vez, pudiese ser una sala de exposiciones, para acercar a los jóvenes al arte. "Los jóvenes a esta edad no están muy cercanos al arte y a lo que éste significa. Es por eso que quisimos crear este espacio para traerles el arte a su lugar de estudios, para que tengan la posibilidad de contemplarlo e ir conociendo distintas exposiciones culturales", finaliza Friedman, agregando que el espacio, además, ha servido como escenario de distintas expresiones artísticas y sociales, "debido a que las murallas de vidrio se abren y pueden recogerse dejando el lugar como un escenario de cara al césped poniente de la facultad".