La Contadora Pública y Auditora de 36 años de edad, es socia de Mánquez Hatta Consultores Tributarios y además académica de distintos programas de diplomados de planificación tributaria y recuerda en la siguiente entrevista los desafíos que trajo consigo la época universitaria en la USACH.

news_155_01Sandra Aedo Araya ingresó a estudiar Contador Público y Auditor a la Universidad de Santiago de Chile en el 2001. Hoy con 36 años de edad, está casada, tiene tres hijas y recuerda con mucho cariño sus años de estudiante en la Facultad de Administración y Economía.

"Tengo los mejores recuerdos de la época de estudiante en la FAE. Fueron cinco años de desafíos y esfuerzo, en una facultad que me entregó todo lo necesario para mi formación personal y profesional. Hice grandes amigos que conservo con el paso del tiempo y a diario me toca interactuar con colegas con quienes compartimos salas en la USACH", cuenta Aedo.

La contadora pública y auditora agrega que su paso por la USACH fue fundamental para tener las herramientas con las que hoy se desempeña profesionalmente. Es socia en Mánquez Hatta Consultores Tributarios y actualmente, está a cargo del área académica del Centro de Conocimiento Tributario, una plataforma web educativa que lanzaron en 2016 y que cuenta con el patrocinio del Servicio de Impuestos Internos (SII). Ésta es utilizada por personas, empresas e instituciones educativas -entre ellas la USACH- como herramienta de apoyo en sus programas de formación y/o capacitación en materias relacionadas con los impuestos en Chile.

"La universidad me entregó las bases técnicas y profesionales necesarias para ejercer como contador auditor y posteriormente poder especializarme en el ámbito tributario, en el cual me desempeño hace más de una década. Los conocimientos adquiridos en la época de estudiante, sumados a las vivencias que nos transmitían los profesores en los distintos ramos de la carrera, han sido fundamentales para desenvolverse adecuadamente en el mercado laboral", sostiene.

Con respecto a los profesores que tuvo durante su carrera, Sandra Aedo indica que fue muy afortunada de haber tenido excelentes profesores en ramos que, a su juicio, son claves para la carrera. "Recuerdo con mucha admiración al profesor Humberto Varas en el ramo de Contabilidad y Costos, al profesor Carlos Paillacar en Contabilidad y profesor guía de mi tesis, a Ramón Ramos en Finanzas, Silvia Ferrada en Contabilidad, entre otros. El factor común entre ellos era la entrega y la exigencia en sus clases, así como la capacidad de enseñar y educar, lo que agradezco mucho al mirar en perspectiva la época de estudiante", agrega.

Experiencia laboral

"Mi primer trabajo lo tuve en el octavo semestre (a fines de cuarto año), y en quinto me cambié al vespertino para poder compatibilizar el trabajo y los estudios, ya en la parte final de la carrera. Elegí comenzar por contabilidad en Ernst & Young, ya que me parecía que para llegar a ser una buena contadora auditora, era necesario consolidar mi formación contable. Más tarde, recibí una invitación a formar parte de la consultora de Manuel Mánquez (en ese tiempo Consultora Integra, posteriormente MAAS - Abogados y Auditores Tributarios y hoy Mánquez Hatta Consultores Tributarios), también profesor de nuestra carrera en la línea de impuestos, y ese fue el momento en que comencé a especilalizarme en el ámbito tributario", señala Sandra.

La joven profesional poco a poco fue asumiento nuevas responsabilidades en Mánquez Hatta lo que le permitió desempeñar distintos cargos en la firma desde el año 2005 a la fecha: auditor tributario, gerente tributario y actualmente socia, desde donde le corresponde liderar un equipo de contadores auditores (todos ex-alumnos USACH) y abogados dedicados exclusivamente a temas impositivos (asesoría, reorganización, defensa del contribuyente, diagnóstico y capacitación tributaria).

"Creo que es fundamental valorar y agradecer a la universidad por las puertas y oportunidades que nos abre con su formación. A veces, caemos en la tentación de quejarnos por lo que hace falta o no tenemos y nos cuesta ver y -especialmente- agradecer todas aquellas cosas que tenemos y en este caso, que nos ha entregado la USACH", concluye.