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Diego Isabel La Moneda: "Las universidades no están para enseñar el pasado sino para investigar cómo debería ser el futuro"

news_223_dDiego Isabel La Moneda, coach de la Economía del Bien Común y fundador de "Global Hub por el Bien Común", plataforma abierta formada por personas y organizaciones que trabajan por la co-creación de un nuevo modelo social y económico a nivel local y global, dictó charla a los alumnos de Contador Público y Auditor, en el contexto del aniversario 51 de la carrera.

Diego Isabel La Moneda, coach de la Economía del Bien Común y fundador de "Global Hub por el Bien Común", plataforma abierta formada por personas y organizaciones que trabajan por la co-creación de un nuevo modelo social y económico a nivel local y global, dictó charla a los alumnos de Contador Público y Auditor, en el contexto del aniversario 51 de la carrera.

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La Economía del Bien Común es un movimiento que busca cambiar el actual modelo económico debido a las distintas deficiencias que se han ido manifestando a través de los años. La idea comenzó a desarrollarse en el 2010 y el movimiento se creó como tal en el 2011, gracias a Christian Felber, economista austriaco. En Europa el movimiento comenzó a difundirse al existir la preocupación por buscar mecanismos financiero-contables, que permitieran presentar resultados empresariales cuantificados de manera similar que las cuentas y balances de la contabilidad financiera, pero aplicados a evaluar los impactos sociales de la gestión empresarial.

En Chile, las primeras aplicaciones en esta materia las hizo una mutual de seguridad y en el Departamento de Contabilidad y Auditoría de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago, se han realizado dos tesis de pregrado, la primera titulada "Análisis del balance del bien común como nueva herramienta para medir la sustentabilidad empresarial privada con fines de lucro de manera razonable en Chile" que fue realizada en el 2013 por los estudiantes Pablo Bautista y Jean Pierre Olea; y la segunda titulada "Aplicación del Balance del Bien Común a la Cooperativa Coenergía", realizada por la alumna Macarena Martínez en el 2015.

Diego Isabel La Moneda es exponente y uno de los impulsores de la Economía del Bien Común para el mundo de habla hispana. En esta entrevista nos contará sobre los orígenes de este movimiento y las distintas estrategias que Chile debe seguir para logar implementar la economía del bien común como sistema económico y social.

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¿Cómo poder implementar en Chile la Economía del Bien Común?

Yo creo que ya se está implementando porque lo primero que le falta es gente que quiera un cambio en el modelo económico. Nosotros decimos que tenemos el derecho de decidir qué economía queremos y yo creo que ya hay gente en Chile que quiere por lo menos debatir este tema, porque la que existe tiene cosas buenas y también malas. Entonces la Economía del Bien Común hay que implementarla en tres niveles: en las personas, hay que vivirla como personas en los valores; a nivel de las empresas y a nivel político. Se deben desarrollar políticas que favorezcan esta nueva economía. En Chile ya hay personas que están interesadas. Estamos en con la primera empresa que hizo el balance del bien común y fue todo un éxito. Ojalá podamos dar el paso para que las políticas también empiecen a favorecer a aquellas empresas que contribuyen al bien común.

¿De qué manera los ciudadanos podemos llegar a la esfera política para poder empezar a incorporar en la sociedad la Economía del Bien Común?

La política es muy amplia, es decir, la esfera política empieza incluso por el consumo, hasta el consumo es política. Si nosotros empezamos a consumir solo ciertos productos y a no consumir otros, ya estamos cambiando muchas cosas. Para llegar a la esfera política como ciudadanos hay muchas formas de participar, primero pidiendo más democracia. En la Economía del Bien Común tenemos una Asamblea Democrática, que se traduce en que, en cada localidad las personas se reúnen para debatir qué economía quiero a nivel local o nacional y a partir de ahí, hacerle llegar las propuestas a los políticos, en foros o debates, en las mil formas que hay que hacerlo, sobre todo sumar a más gente y darnos cuenta de que podemos cambiar la economía.

No van a ser los políticos los que cambien la economía, tenemos que ser las personas las que decidamos probar otra economía, empezar a cambiarla con ese hábito del consumo, luego también hacerle llegar nuestras solicitudes a los políticos que no son más que nuestros representantes.

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¿Cuáles son los actores más importantes a los que hay que llegar con este movimiento para empezar a generar cambios visibles en la sociedad?

A las personas que son las que lo van a cambiar, a las empresas y a la parte política. Dentro de este último grupo debe ser en todos los niveles: a nivel local, porque se pueden hacer muchas cosas, es más fácil por ejemplo fomentar la participación y el debate; pero también a nivel nacional y a nivel regional.

A nivel nacional se puede llegar a generar cambios, porque yo creo que es muy difícil encontrar a alguien que no sea del medio político que reconozca que el modelo económico que tenemos actualmente es perfecto. Yo creo que ya nadie defiende eso, ya hemos acabado con ese mantra, entonces ahora hay que pasar a otro que es: "es posible cambiar este modelo" "es posible un modelo mejor".

Como universidad ¿qué acciones deberíamos comenzar a realizar para que nuestros alumnos sean actores importantes en la difusión y ejecución de este movimiento?

Las mismas funciones de la universidad hacerlas pero con el enfoque de la Economía del Bien Común. La primera difundir eventos, charlas, intercambio de conocimiento; la segunda formar a especialistas, economistas, empresarios nuevos para que sean emprendedores innovadores, movidos por valores y no movidos solamente por el ánimo de lucro y por último investigar, porque la Economía del Bien Común como cualquier modelo, quizás menos el capitalismo que los que lo defienden no dudan nada de él, es como si fuera un dogma de fe.

Pero cualquier modelo está siempre en continuo cambio, entonces hay que investigar y ver qué fórmulas se pueden implementar en las empresas y en cada uno de los sectores empresariales, de qué forma se puede llegar a cada una de las aristas políticas: políticas educativas, sanitarias, políticas de transporte, políticas de urbanismo, existe un ámbito inmenso para investigar y la universidad tiene que ser pionera.

Las universidades no están para enseñar el pasado sino para investigar cómo debería ser el futuro y ese es el rol que tiene que recuperar la universidad con cosas tan innovadoras y necesarias como la Economía del Bien Común.

¿Por qué existen tantos prejuicios a este movimiento que busca la calidad de vida de las personas?

Más que prejuicios hay dos barreras, una son la de las personas que piensan que cualquier modelo fuera del actual es comunismo, socialismo, es el opuesto y no, hay gente que no puede pensar que las cosas no siempre son en términos de blanco o negro, bueno o malo, y no, no estamos ahí estamos en otro nivel.

La gran barrera y el gran punto de trabajo es aquella masa de 80, 85, 90% de población, que piensa que no se pueden cambiar las cosas. A la gente hay que demostrarle que las cosas se pueden cambiar y que tú eres el que las tiene que cambiar, eres un actor y un agente de cambio, entonces ahí es donde hay que trabajar. Y el que no lo quiere cambiar porque realmente está muy beneficiado por el actual modelo va a ser difícil, pero el que está perjudicado por el modelo, que no puede ir a la universidad sin pagarla, que no puede tener un trabajo digno, porque tiene un trabajo donde tiene que trabajar tantas horas que al final del día no tiene ni tiempo, ni fuerza, ni energía para jugar con sus hijos, a esas personas son a las que toca convencer de que el actual modelo se puede cambiar.

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