Francisco Castañeda
Economista USACH
En 2007 conocí el Propedéutico USACH. Lo encontré fascinante, y pedí una reunión a Francisco Javier Gil, cerebro de esta maquinaria de inclusión social. Me ofrecí a realizar el curso de Economía en Bachillerato. Ahí conocí la mística de Máximo González, actual Director del Propedéutico, y de sus colaboradores. La preparación en cuarto medio de los seleccionados es espartana: si no se asistía sin justificación, el alumno podía ser expulsado. Vi como alumnos de Pedagogías USACH trabajaban duro con este 10% mejor en notas de 4º medio de Liceos Prioritarios para mejorar sus conocimientos y habilidades. Había que acercarlos con cariño a la Universidad, pero había que ser estrictos. Las ceremonias en las que se selecciona al 5% mejor para entrar al Bachillerato, reflejan la Educación en su esencia profunda; son momentos luminosos. Asisten las familias, y se producen silencios sublimes, donde padres emocionados agradecen esta oportunidad. Luego de un año y medio en Bachillerato, eligen carreras en USACH de acuerdo a sus capacidades. do esto es posible porque el Rector Zolezzi de USACH ha creído en este proyecto, y su voluntad ha sido mantenerlo para que sea un faro de esperanza para jóvenes vulnerables. Las tasas de retención bordean el 80%; el Propedéutico también moldea sus vocaciones. Ahora que hay más universidades incubando sueños propedéuticos, y que Lavín está dispuesto a estudiar este esquema, solo me queda agradecer a Dios por haber conocido personas en USACH tan tenaces en su vocación social.
Publicado en El Periodista / Marzo 2011 (Año 9, nº 2)