Francisco Castañeda
Economista USACH
El Presidente Piñera prometió en su discurso de la Educación bajar el costo del crédito CAE (crédito con aval del Estado) al 4% (UF + 4%) siempre que fuera "un año normal" (sic). Hoy las tasas del CAE oscilan entre UF + 5.4% y 6,4%. Es un avance, pero insuficiente. Debería intentar llegar al menos al 3% o incluso igualar al costo del fondo solidario (UF + 2%). Reconociendo que este es un problema heredado, el CAE aumenta la cobertura en educación superior, pero a un costo insólito. Casi la mitad de la cartera es comprada con sobreprecio para "atraer a los bancos" a este segmento ("es una mala ley"), y luego el riesgo de crédito permanece en manos del Estado y en las instituciones de educación superior. Las pérdidas para el Estado son del orden del 1% del PIB y es un pésimo gasto público en educación porque no son becas directas ni reducción de aranceles: es el "precio" por incrementar la cobertura. Además con la relativa baja de retención en educación superior, la que se traduce en dilapidación de recursos, la acumulación de deudas hace al CAE impagable con una probabilidad no menor. Debería haber un proyecto de ley que minimice la compra de cartera CAE a los bancos. Luego de estos años, ya conocen este nicho de mercado. Esos recursos que se destinan a la recompra de cartera CAE y a cubrir los incentivos perversos del sistema por mal diseño de riesgo de crédito, deberían destinarse íntegros a becas de alumnos de Educación Superior del 40% más pobre. Tal vez usando el ranking del alumno en su curso como variable de asignación de las becas. Así se premiaría a regiones y a alumnos que también van a CFT e IPP, y no sólo a los que estudian en universidades.
Publicado en el Diario Electrónico El Dinamo, La Tercera, Diario Financiero y Estrategia