Francisco Castañeda entrega su visión acerca de la actual discusión respecto a si las tasas de interés decididas por el Banco Central están en su nivel adecuado. Publicado en el Diario Financiero, en el Especial del Informe de Política Monetaria (IPOM) (fecha: 21 diciembre 2011)
Parsimonia Monetaria
Claramente a la luz del nuevo IPM y su rebaja en la proyección de crecimiento para la economía chilena en el 2012 (ahora se ubica en el rango 3,75% al 4,75%) respecto al último IPOM de septiembre, queda de manifiesta el rezago nocivo en la decisión de política monetaria en cuanto a no disminuir anticipadamente las tasas de interés y así apalancar los riesgos de manera más decidida en el frente doméstico. El riesgo de quedar desalineado en las tasas domésticas es más elevado respecto a los niveles más débiles de producción y gasto, dado el rezago natural con el que actúa la política monetaria sobre expectativas y sobre el costo de fondo de la banca. Esto exacerba los spreads bancarios, dado el creciente aumento del costo de financiamiento externo. Aunque menor en el total de pasivos bancarios, no es menos relevante el financiamiento externo (al menos el 10% de los pasivos bancarios corresponden a financiamiento externo que se ha vuelto más caro dado el "credit crunch" europeo).
Al mirar los datos reales, la producción industrial, en términos de aceleración se mantiene plana o se contrae desde marzo 2012 hasta ahora en términos de variación mensual. Consistente con lo anterior, el último índice de producción y ventas industriales de octubre es débil en términos interanuales, y ya comienza a mostrar claros signos de menor dinamismo ante la evidente contracción de la economía internacional (particularmente en la zona Euro), lo que refleja como escenario base este nuevo IPOM.
Aunque la inflación esta en el rango alto (3.9% en 12 meses) y se ha acelerado en el ultimo trimestre tanto a niveles de bienes no transables y transables, la menor proyección para la demanda interna proyectada para el año 2012 la desinflará y está volverá a niveles menos inflacionarios (IPOM proyecta 2,7% de inflación el 2012).
También el Banco Central completó ya su plan de compras para incrementar su nivel de reservas internacionales y ciertamente la presión alcista (pero volátil) sobre el tipo de cambio vendrá fundamentalmente por la sustitución de euros a dólares dada la diferencia cíclica en ambas economías. Así influirá en el sesgo alcista del dólar el menor valor del cobre esperado para el año 2012 en relación al año 2011, cuyo precio promedio superó los 4 dólares la libra de cobre en el presente año. Así tenemos un B.Central desfasado en el timing de reducción de tasas, pero que no dudó en comprar masivamente dólares para alinear el tipo de cambio (esa era la verdadera razón!!!), pero que se vuelve parsiminioso en una rebaja agresiva de tasas de interés, para evitar destrucción de empleo y de actividad.