El Académico FAE-USACH, Germán Pinto Perry expone una columna sobre los impuestos a la Renta en Chile.
Es imperioso aplicar tasas diferenciadoras según el tamaño de la empresa.
La reforma "de macetero" que hemos visto en materia tributaria, adolece de cambios profundos a nuestra legislación para poder responder a las necesidades sociales que se están sintiendo en nuestro país. Ante tal falencia, se escuchan voces de distintos lugares, incluso de aquellos que por varios años fueron gobierno y que nada hicieron para cambiar lo que ahora se está pidiendo.
Uno de esos cambios es la integración de los impuestos de Primera Categoría con el Global Complementario, en virtud de la cual el primero convierte en crédito (ayuda a pagar) la obligación tributaria derivada del segundo.
Este mecanismo es muy eficiente y permite la capitalización de las unidades generadoras de rentas que serían las empresas y cualquier contribuyente que realice algún hecho gravado con el Impuesto a la Renta de Primera Categoría que no exclusivamente son las empresas, motivo por el cual el solo hecho de aumentar la tasa no es algo que solucione el problema de redistribución, sino que lo agrava.
Para tener realmente un cambio en el sistema, hay que pedir un esfuerzo a las entidades que realmente generan riqueza en Chile, que son las grandes compañías, las cuales no representan más que el 1% del total de las empresas y empresarios personas naturales del país (que serían contribuyentes de primera categoría). Es por ello que resulta ineficiente seguir manteniendo el carácter "real" de este tributo, siendo imperioso cambiarlo a uno "personal" aplicando tasas diferenciadoras según el tamaño de la empresa. Es decir, contar con una tasa del 10% para la pequeña empresa, una del 20% para la mediana y una del 30% para la gran empresa.
Esto permitiría que realmente las unidades que generan grandes utilidades aporten en mayor forma a las necesidades sociales del país, y no aumentar la carga tributaria de los pequeños empresarios.
Por German Pinto Rerry
Publicado en Litoralpress y
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