El académico e investigador de la FAE, Dr. José Gabriel Palma escribe en su columna del diario El Mostrador que el Gobierno le puso extrema urgencia a un proyecto cuya única finalidad es sabotear el cambio con una nueva "ley de amarre", que esterilice la nueva Constitución en materias económicas. Prosigue indicando que , como se sabe, en el acuerdo que desactivó el estallido social y permitió el plebiscito constitucional, la derecha insistió en que la nueva Carta Magna "respete" los tratados comerciales en ejercicio. De ahí viene la urgencia de aprobar el TPP-11 antes de la nueva Constitución. Por eso, aprobarlo ahora no es más que ponerle una camisa de fuerza al proceso constituyente. Con el TPP-11 en ejercicio, la discusión económica en la Convención Constitucional –y mucho de la medioambiental–, se transformaría en mera retórica.
Lea la columna completa del académico e investigador de la FAE USACH, Dr. José Gabriel Palma.