Respecto al nuevo ratio de déficit estructural (-0,4%) del PIB, no existe ninguna evidencia de que esto incrementará los spreads por riesgo país.

    La crisis global es de tal magnitud que todos los países han apalancado sus políticas fiscales al máximo para reactivar sus economías (¡creatividad macroeconómica superó todo límite!). Esta caída del ahorro fiscal estructural no está violando los supuestos de responsabilidad fiscal.

    Los recursos tienen un claro fin productivo de apoyo al sector privado, profundización del pilar solidario previsional, y de apoyo a grupos vulnerables. Además un alto porcentaje del gasto público es destinado al área social (sobre un 70%). Pero, respecto a la venta de los 4.000 millones de US$ en el mercado local, se podría haber empleado un mix distinto. Al menos, la mitad de los dólares venderlos en el mercado local (como está sucediendo), y la otra mitad que los comprará el Banco Central. La esterilización o no de esta transacción, afectará la tasa de interés corto plazo. Si el discurso es que aún se requiere más impulso monetario, sería consistente con una mayor expansión monetaria.

    Tampoco existe evidencia de rebrote inflacionario a corto plazo. Así, sacando un porcentaje de los dólares del mercado, el sector sustituidor de importaciones (textiles, industrial, alimentos) y el sector exportador se verían menos afectados en el valor de la divisa. Esto potenciaría en el margen el empleo en este sector. Es radicalmente diferente a cuando el Central hace 1 año y medio "salió a comprar dólares" con una tasa de inflación cercana al 8%.

Publicado en el Diario Financiero