En el encuentro participaron panelistas y expertos del mundo privado y universitario, quienes abordaron el actual estado de la educación escolar y sus desafíos futuros, realizado en la sede del Senado en Santiago, el pasado 26 de mayo.
*En el encuentro participaron panelistas y expertos del mundo privado y universitario, quienes abordaron el actual estado de la educación escolar y sus desafíos futuros.
Para realzar la importancia y el rol que juega la escuela en la formación de los estudiantes, el Centro de Políticas para el Desarrollo (CPD), perteneciente a la Facultad de Administración y Economía (FAE) de la USACH, organizó el segundo seminario “Escuela y Sociedad”, realizado en la Sala los ex Presidentes de la sede del Senado en Santiago, el pasado 26 de mayo.
(izq. a der.) El primer panel estuvo integrado por Rodrigo Troncoso, coordinador del Programa Social del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD); el Dr. Gonzalo Martner, Director del Centro de Políticas para el Desarrollo FAE; y Daniel Contreras, consultor en educación del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) (Fotografía de Periodista FAE, Claudia Montero L).
Las palabras inaugurales de la actividad estuvieron a cargo del director del CPD de la FAE, Dr. Gonzalo Martner Fanta, quien destacó que “por una parte, la escuela puede ser vista de modo utilitario en estrecho vínculo con la producción económica, con una segmentación de la educación en función de los roles sociales –formación pragmática para producir más para los trabajadores, formación para crear y dirigir para el resto-; por otra parte, puede ser considerada como vehículo para la difusión de una ideología en vistas a mantener algún orden colectivo. Sin embargo, ambas concepciones ya no forman parte del consenso social contemporáneo”.
Asimismo, otra de las preocupaciones manifestadas por el Dr. Gonzalo Martner Fanta fueron las afirmaciones realizadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), según las cuales, “en el sistema escolar chileno no hace diferencia el tipo de escuela en que los alumnos desarrollan su educación. Las diferencias de rendimiento están dadas por la condición socioeconómica de las familias”, a la vez que “será muy difícil que una persona de un medio social desfavorecido pueda avanzar, salvo que se relacione con personas de otros medios, que lo acompañen y apoyen en la formación de redes”, por lo que la extrema segmentación del sistema escolar frena la movilidad social.
Rodrigo Troncoso, coordinador del Programa Social del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), durante su presentación (Fotografía de Periodista FAE, Claudia Montero L).
Visión General de la Educación
El primer panel titulado, “Visión General de la Educación”, contó con la participación de los expertos Rodrigo Troncoso, coordinador del Programa Social del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD); y Daniel Contreras, consultor en educación del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Para Rodrigo Troncoso, primer panelista del seminario, economista y miembro del Instituto Libertad y Desarrollo, “la educación ha tenido en Chile distintos roles: erradicación de la pobreza, distribución de oportunidades, movilidad social, productividad y desarrollo personal y social. Sin embargo, la productividad sigue siendo muy importante para el desarrollo del país, en lo personal y social. No es lo mismo vivir en una sociedad que cuenta con una mejor educación, lo que conlleva una ganancia”.
Daniel Contreras, consultor en educación del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en su exposición (Fotografía de Periodista FAE, Claudia Montero L).
Respecto al papel que juega en la educación el Estado, el experto ejemplificó su rol señalando que, “reconocer que la educación es importante no es una buena respuesta. La alimentación también es importante, pero hay una diferencia esencial: la educación tiene un carácter de bien público, no así la alimentación, que todas las personas se benefician si es que el resto se educa. Cuando la sociedad es más educada, todas las personas que viven allí se benefician, sobre todo en los niveles más básicos”.
Tras abordar los ámbitos de educación y movilidad, y la reciente evolución en la materia, Troncoso declaró que existe evidencia de que “no han habido grandes mejoras en los resultados en educación, a pesar de haber duplicado los recursos. La evidencia indica que las políticas basadas en recursos no son efectivas, si no se toma en cuenta los incentivos. Se confunde correlación con causalidad, lo que lleva a proponer políticas poco efectivas”.
Opuesta fue la visión presentada por el segundo panelista del seminario, el consultor en educación de UNICEF, Daniel Contreras, quien destacó las profundas desigualdades en el sistema educativo chileno. “La segregación socio-educativa es la distribución de los estudiantes en los establecimientos educacionales según su estatus socioeconómico. De acuerdo a lo que señala la OCDE (2004): ‘el sistema (educativo) chileno está conscientemente estructurado en clases sociales’ ”.
Otra mirada a la mesa del Panel 1 (Fotografía de Periodista FAE, Claudia Montero L).
Asimismo, Contreras destacó que el Derecho a la Educación está constituido por 3 etapas: el Derecho de Acceder y Permanecer en ella; el Derecho a una Educación de Calidad; y el Derecho a Respeto en el Entorno de Aprendizaje, No Discriminación y Trato Justo.
Durante su exposición, el consultor de UNICEF entregó algunas conclusiones y desafíos, manifestando que, “desde la perspectiva de la Convención de los Derechos del Niño, el Derecho a la Educación en Chile presenta un alto nivel de cumplimiento. Altas coberturas, condiciones materiales y de alimentación en las escuelas, docentes con formación universitaria, intenso debate por la calidad. Aunque en un contexto de resultados con poco movimiento, y con un clima escolar con rasgos autoritarios y episodios de violencia”.
Entre los desafíos futuros proyectados por Contreras está “la institucionalidad para el derecho a la educación; definir qué se entiende por calidad; la carrera docente; el financiamiento; la convivencia escolar y participación; y la segmentación como un obstáculo para nuestras pretensiones de desarrollo”.
(izq. a der.) El segundo panel estuvo integrado por Máximo González Sasso, actual director de Docencia de la USACH; Ana María Correa, de Kúa Consultores; el Director del Centro de Políticas Públicas para el Desarrollo FAE, Dr. Gonzalo Marrtner; y Vicente Ortiz, de la consultora Crecer Educa (Fotografía de Periodista FAE, Claudia Montero L).
Desafíos Específicos para Transformar la Educación
En este segundo panel, el expositor Vicente Ortiz, de la consultora Crecer Educa, abordó el aprendizaje cultural activo impulsado desde las escuelas básicas, presentando su trabajo en el aula como en la comunidad. Acerca del quehacer educativo, el experto declaró que “hoy, la escuela es un espacio que no profundiza en las experiencias vitales de niños y niñas”.
El expositor Vicente Ortiz, de la consultora Crecer Educa (Fotografía de Periodista FAE, Claudia Montero L).
De acuerdo a lo expuesto por Ortiz, “a nuestro juicio y experiencia, el sistema educativo en Chile es un desastre. No se sustenta en una política educativa nacional, a diferencia de cuando éramos niños -quienes hoy tenemos más de 45 años-. La continuidad educativa y de aprendizajes era mucho mayor antiguamente. Hoy, los niños están enfrentados a múltiples curriculums, y muchas de las dificultades que tienen los docentes es no saber cómo solucionar el problema de aprendizaje o de enseñanza en el aula. No es que ellos hayan olvidado como alcanzar los frutos de la educación, sino que se enfrentan, permanentemente, a dificultades que impiden que su experiencia y convicciones puedan ser el pilar de lo que hacen en las salas de clases”.
La propuesta realizada por la consultora Crecer Educa constituye una alternativa educativa, que busca fortalecer el desarrollo de capacidades fundamentales del estudiante, basadas en el asombro, la contemplación y la ternura.
La segunda participante del segundo panel fue la experta de Kúa Consultores, Ana María Correa (Fotografía de Periodista FAE, Claudia Montero L).
Por su parte, la segunda participante de este panel fue la experta de Kúa Consultores, Ana María Correa. Para la especialista, “la educación en oficios es una modalidad posible, que conlleva los vasos comunicantes entre las diferentes modalidades de educación, aunando una formación de excelencia, con oficios definidos desde las necesidades del capital humano del país, generándose, a su vez, un cambio Cultural en torno a la valoración de los oficios”.
Según la visión de Correa, “la educación en oficios es una alternativa que integra mejor a las personas con inteligencia y habilidades prácticas, permite compatibilizar estudio y trabajo, desarrolla la autoestima, es una educación curativa, es compatible con el desarrollo de emprendedores, y constituye una necesidad planteada desde el mundo empresarial”.
El tercer, y último panelista que expuso, fue el actual director de Docencia de la USACH, Máximo González Sasso. La autoridad de la USACH compartió con los asistentes su presentación: ‘Acceso con Equidad a la Educación Superior en Chile’, relatando la experiencia del Propedéutico Usach - Unesco "Nueva Esperanza, Mejor Futuro". Nacido como una alternativa educativa que busca proporcionar a los jóvenes chilenos el acceso a la educación superior, “el propedéutico utiliza a las notas de enseñanza media (NEM) como el antecedente de mayor capacidad predictiva, entre los que conforman la batería de selección”.
El último expositor fue el actual director de Docencia de la USACH, Máximo González Sasso (Fotografía de Periodista FAE, Claudia Montero L).
Tras los años de experiencia acumulados el director de Docencia USACH sostiene que, “hoy tenemos las evidencias, las redes, y los principios éticos que orientan nuestras decisiones para continuar observando, evaluando y trabajando para subir el monto de la becas de excelencia académica; aumentar la eficiencia del sistema cupos supernumerarios; y expandir el modelo Propedéutico más Bachillerato”.
Las cifras avalan el éxito de este modelo: “en 2007 éramos una Universidad, cinco colegios impactando 1000 estudiantes; mientras que, hoy, en 2010 hemos vinculado a seis universidades, 110 colegios, impactando a 30.000 estudiantes”, concluye González Sasso.
Por Claudia Montero Liberona