Esta se realizó en la Facultad de Administración y economía entre el 6 y el 16 de enero y participaron importantes conferencistas internacionales y académicos expertos en el tema.
Esta se realizó en la Facultad de Administración y economía entre el 6 y el 16 de enero y participaron importantes conferencistas internacionales y académicos expertos en el tema.
¿Se imagina usted trabajando en un lugar donde tenga participación efectiva en la toma de decisiones y esa desigualdad entre jefe y empleado deje de existir? Bueno, esta es una de las características que tienen las empresas que se desarrollan bajo el concepto de la Economía del Bien Común.
Para que entendamos un poco, el Bien Común es un concepto dado a conocer por el economista austriaco Christian Felber en 2008 y que tiene como valores la confianza, honestidad, responsabilidad, cooperación, solidaridad, generosidad y compasión; y cuya finalidad es ser una alternativa al capitalismo de mercado.
Si bien en Europa ya se está implementando, en Chile aún es poco conocido el concepto; por ello el Departamento de Contabilidad y Auditoría, de la Facultad de Administración y Economía (FAE) de la Universidad de Santiago, realizó una Escuela de Verano, en donde charlistas y académicos presentan varias posturas sobre el Bien Común.
Diego Isabel La Moneda, Coordinador para América Latina de la Economía del Bien Común, quien visitó la FAE, comentó que "es posible implementar a gran escala este modelo y es por dos razones; cada vez hay más empresas que trabajan bajo este concepto y ya se ha creado la demanda de consumidores por productos hechos de manera sustentable, sin dañar el medio ambiente y con un equipo de trabajo que se sienta parte de la empresa y no un mero empleado".
La implantación del modelo teórico se inició en octubre de 2010 con un grupo de empresas que participaron activamente cumpliendo voluntariamente los requisitos de la economía del Bien Común y actualmente en Europa ya son siete países los que trabajan bajo este concepto, además de Japón.
Luis Razeto Migliaro, Director Fundación Solidaridad, quien también se presentó en la Escuela de Verano, planteó que la economía solidaria es una respuesta real y actual a los más graves problemas sociales de nuestra época, los cuales son "la pobreza, la exclusión y la marginación que afectan a multitudes de seres humanos, sectores sociales y pueblos enteros en diversas regiones del mundo; la desocupación y la cesantía de porcentajes elevados y crecientes de la fuerza de trabajo; y los límites e insuficiencias de la muy extendida economía informal o popular, que puede potenciarse y encontrar en la economía solidaria cauces apropiados para una mejor inserción en los mercados".
Como los micro, pequeños y medianos empresarios son los que más apoyo necesitan, Gerardo Wijnant, director de SER – Responsabilidad, dijo que "la dificultad que ellos tienen para acceder a potenciales mercados reales y que se respeten sus precios, es algo difícil. Por ello, el esquema que hemos trabajado durante años, y que queremos difundir, va en camino a generar mejores condiciones".
Pero no sólo invitados internacionales han participado en la Escuela de Verano, pues los académicos de la FAE Francisco Castañeda, Gonzalo Martner y Guillermo Pattillo, lideraron un panel de discusión que permitió a los asistentes evaluar los significados de la Economía del Bien Común versus el modelo que actualmente rige la sociedad. Además dictaron charla los académicos de la Facultad, Víctor Caro, Carlos Gómez y Héctor Toledo.
Un público efervescente
Fue hace un par de meses, cuando, ante más de mil asistentes, entre ellos académicos y estudiantes, además de participantes de otras universidades, el pensador austriaco Christian Felber dictó la charla "Economía del Bien Común, Un Modelo Económico con Futuro" en la U. de Santiago.
En la ocasión el economista, invitado por el Centro Internacional de Economía Social y Cooperativa (Ciescoop), planteó que "en todo el mundo se está repitiendo la misma solicitud; la economía del bien común. En mi país el 90% de la población reconoce que es necesario un cambio del sistema económico. Y si bien reconocen que tenemos un alto índice per cápita y la seguridad social es buena; la crisis que se vive es inmaterial, es de valores, es una crisis ética".
Para Felber el mayor problema que presenta el mundo económico es la concentración del poder, pues se hace difícil que las libertades, derechos y opciones sean iguales para todos. "El objetivo supremo debe ser la contribución al bien común y fomentar la incorporación. La forma de medir el éxito de este sistema es que el Producto, Balance y Examen sean del Bien Común", añadió
Ahora sólo queda que los consumidores chilenos prefieran los productos de economía solidaria, favoreciendo así la demanda de empresas que se preocupan por las buenas prácticas, el cuidado del medio ambiente y el comercio justo.
Fue gracias a esta conferencia, que los estudiantes Pablo Silva, Juan Araya y José Tomás Grondona de la carrera de Contador Público y Auditor, junto a los académicos Cristina Castillo y Ramón Ramos, decidieron realizar la Escuela de Verano.
Por Karen Punaro Majluf