Como egresada de la FAE, deseo articular todas las unidades académicas en un bloque que asegure una participación activa y efectiva de todos los involucrados, estableciendo como pilares la confianza, pero sobre todo el respeto mutuo", señala la decana electa de la Facultad de Administración y Economía, profesora Silvia Ferrada Vergara, quien en las elecciones realizadas el 23 de abril obtuvo 35 votos, mientras que el académico Víctor Salas Opazo logró 11 preferencias y hubo un voto nulo entre los 47 profesores con derecho a voto.

La decana electa se tituló en 1975 como ingeniera comercial de la FAE y en abril de 1982 ingresó como profesora de jornada completa a la Universidad. Ha sido vicedecana (seis años), subdirectora del Departamento de Contabilidad y Auditoría y coordinadora docente de esta misma unidad. Tiene un MBA de la U. Adolfo Ibáñez y cursa un doctorado en Administración en la U. de Sevilla. Es casada y madre de tres hijas.

"Creo en la calidad como un valor que nos lleve a un sitial de reconocimiento en el medio nacional, pero también más allá de nuestras fronteras. Para ello, nos empeñaremos, junto a todos los académicos, en la entrega de un servicio de excelencia a todos los agentes internos y externos, así como a demostrar fidelidad a los principios éticos y morales propiciados en la declaración de valores de nuestra Universidad", señala Silvia Ferrada, quien sucede en el cargo al actual decano Jorge Pérez Barbeito.

La nueva decana de la FAE asumirá en una ceremonia programada para el lunes 12 de mayo, a las 11.30 horas en el Salón de Honor.

Consultada sobre el desafío del cargo, expresa que "el acento estará en la participación de toda la comunidad de la FAE, de los 56 profesores, de los 150 alumnos de posgrado, de los 2.000 estudiantes de pregrado y de los 60 funcionarios administrativos, pues lo considero fundamental para el logro de nuestros objetivos corporativos. A todos los insto a trabajar en conjunto para llevar adelante nuestro proyecto de Facultad".

Manifestó que otro de los desafíos es satisfacer la necesidad de interacción cada vez mayor entre la FAE y su entorno. "Queremos transitar -dijo- hacia un ser referente que contribuya, eficazmente, con su quehacer, al desarrollo del país. Nuestros esfuerzos estarán dirigidos a consolidar una imagen de excelencia, trabajando rigurosamente los programas de mejora que cada departamento académico se fijó como reto, a partir de los procesos de Acreditación a que fueron sometidas las carreras de pregrado, potenciando la formulación de proyectos de investigación y desarrollo y apoyando aquellos proyectos que, siendo de interés para la Facultad, no consigan financiamiento externo. Todo esto implica capacitar a los académicos y administrativos en las diferentes áreas de desarrollo existentes en la FAE".