Se trata de Mariana Prioli profesora del Departamento de Psicología Social y del Trabajo de la Universidad de Sao Paulo, quién realizó un completo análisis al modelo de atención integral social en Brasil.
Se trata de Mariana Prioli profesora del Departamento de Psicología Social y del Trabajo de la Universidad de Sao Paulo, quién realizó un completo análisis al modelo de atención integral social en Brasil.
En las últimas décadas las políticas sociales en Brasil han sufrido muchas transformaciones. La dictadura, las movilizaciones y organizaciones sociales influyeron de una manera importante en las políticas sociales del país. En el año 1988 se creó la Constitución ciudadana que definió los derechos sociales , promovió que la seguridad social esté basada en un trípode: salud, previsión social y asistencia social.
La idea de esta charla, fue para que los alumnos de la carrera de Administración Pública pudiesen entender el modelo social de Brasil. La invitación fue realizada por la doctora María Ángeles Bilbao, académica del Departamento de Gestión y Políticas Públicas de la Facultad de Administración y Economía de la USACH e investigadora responsable del Proyecto FONDECYT Bienestar Subjetivo en el Trabajo y Desgaste Laboral en Programas Psicosociales de Infancia.
Mariana Prioli, en su conversación, indicó que es la sociedad brasileña la responsable de controlar las políticas a través de conferencias ciudadanas donde participan especialistas y ciudadanos. Prioli se dedicó a investigar el rol de la Psicología en la asistencia social brasileña e intenta comprender cómo se construyen las actividades de los psicólogos en la asistencia social.
"Luego de la Constitución de 1988 comenzó a funcionar un nuevo modelo que se organiza en el Sistema Único de Salud (SUAS). Luego se aprobó una ley orgánica de la asistencia social", explicó la Psicóloga brasileña, quién agregó que antes de esto se veía a la asistencia social como caridad. "La ley tenía un carácter de urgencia, caridad y clientelismo de las políticas sociales, que se terminó con la Constitución de 1988", dijo.
Los gobiernos democráticos que siguieron, Fernando Collor de Mello, y Fernando Enrique Cardoso, no aplicaron esta política; el primero porque argumentó que era un medida que no tenía responsabilidad económica y el segundo creó un programa de asistencia social propio llamado comunidad solidaria. No fue hasta el gobierno de Lula da Silva, que la ley se convirtió en una política nacional de asistencia social, la que decía que debía aprobarse un sistema único de asistencia social y una de sus metas era terminar con el hambre en el país.
"El SUAS no es un programa, sino una forma de gestión de la asistencia social como política pública. Es un mecanismo de protección social no contributivo, de responsabilidad de los tres niveles del gobierno y está dividido en dos niveles de protección, la Protección Social Básica y la Protección Social Especial", argumentó Prioli.
La Protección Social Básica tiene como objetivo prevenir situaciones de riesgo por medio del desenvolvimiento de potencialidades y adquisiciones y el fortalecimiento de vínculos familiares y comunitarios. Está destinado a la población que vive en situación de vulnerabilidad social recurrente de pobreza , privación, o fragilidad de vínculos afectivos.
El CRAS (Centro de Referencia de la Asistencia Social) es responsable de supervisar todos los servicios del territorio y hacer el link entre las Protección Social Básica y otras políticas. "Todo CRAS debe tener un trabajador social, un psicólogo y un educador, además de un listado de profesionales requeridos para la atención a la población ya que se busca que el trabajo sea interdisciplinario", explicó Mariana Prioli.
La Protección Social Básica está compuesta por servicios como el Programa de atención integral a las familias (PAIF), el programa de inclusión productiva y proyectos de enfrentamiento de la pobreza, centros de convivencia para ancianos, servicios para niños, adolescentes y jóvenes; servicios socio- educativos para niños, adolescentes y jóvenes; programas de incentivo al protagonismo juvenil y de fortalecimiento de los vínculos familiares y comunitarios y los centros de información y educación para el trabajo, destinado a jóvenes y adultos.
Finalmente, la Protección Social Especial, expresó Mariana, es la modalidad de atención asistencial destinada a familias e individuos que ya se encuentran en situación de riesgo personal y social por abandono, maltrato físico y/o psíquico, abuso sexual, uso de sustancias psico-adictivas, cumplimiento de medidas socio-educativas, situación de calle, etc., que entregan acompañamiento individual y flexibilidad en las soluciones protectoras con apoyos y procesos que aseguren calidad en la atención y efectividad en la reinserción.