Organizado por el Departamento de Administración de la Facultad de Administración y Economía de la USACH y el Círculo de Ingenieros Comerciales, se realizó el seminario "Sistema de pensiones en Chile: ¿hacia dónde avanzamos?" en el que expusieron el superintendente de Pensiones Osvaldo Macías, el economista y ex director de Presupuestos del gobierno de Piñera, Guillermo Pattillo y el ex embajador en España y ex presidente del PS, Gonzalo Martner.
Organizado por el Departamento de Administración de la Facultad de Administración y Economía de la USACH y el Círculo de Ingenieros Comerciales, se realizó el seminario "Sistema de pensiones en Chile: ¿hacia dónde avanzamos?" en el que expusieron el superintendente de Pensiones Osvaldo Macías, el economista y ex director de Presupuestos del gobierno de Piñera, Guillermo Pattillo y el ex embajador en España y ex presidente del PS, Gonzalo Martner.
El sistema de protección social en Chile fue el tema que reunió a destacados expositores en el tema, comenzando por el superintendente de pensiones, Osvaldo Macías y a los economistas de la Facultad de Administración y Economía de la USACH, Guillermo Pattillo y Gonzalo Martner, en el seminario denominado "Sistema de pensiones en Chile: ¿hacia dónde avanzamos?
En la oportunidad, y luego de disfrutar un desayuno con ex alumnos de la carrera de Ingeniería Comercial de la FAE USACH, en el Hotel Double Tree by Hilton, cada expositor presentó una explicación al problema existente y algunas soluciones replicando la experiencia exitosa de otros países.
La bienvenida la dio el director del Departamento de Administración de la FAE USACH, Aurelio Butelmann, quién expresó que la seguridad social es un mecanismo que permite cubrir las necesidades del ser humano desde la cuna a la tumba. "El sistema de pensiones es sólo una parte del problema ya que en este país falta una real política de seguridad social que incluya el sistema de salud, educación y vivienda, entre otros", dijo Butelmann al inicio del seminario.
En la presentación de Osvaldo Macías, superintendente de Pensiones, explicó los aspectos generales del sistema de pensiones y los organismos insertos en él, como el Instituto de Previsión Social, las Asociación de Fondos de Pensiones y la Asociación de Fondos de Cesantía, entre otros.
Además, abordó los tres pilares en los que se basa el sistema, el solidario, el obligatorio y el voluntario. "El costo del pilar solidario tiene al año es del 0,75% PIB", argumentó Macías, agregando que en el pilar obligatorio la tasa de cotización en Chile es del 10%, mientras que el promedio de los países de la OCDE es de 18%. "En casi todos los países del mundo, el empleador tiene una gran relevancia en la cotización. La excepción es Chile, que tan sólo alcanza al 2,3%", dijo.
El superintendente, además, identificó los principales problemas del sistema, entre los que destacó la baja rentabilidad de las inversiones de las AFP en los últimos años, el aumento en las expectativas de vida de los cotizantes y la tasa de reemplazo, entre otros, asegurando que el gran problema que existe es la falta de educación previsional en la población. "El 55% sabe qué fondo están invertido sus ahorros, y el 37% sabe cuál es su saldo en la cuenta", finalizó.
El segundo expositor, fue el Magíster en Economía Monetaria y ex director de Presupuesto del gobierno de Sebastián Piñera, y académico de la FAE USACH, Guillermo Pattillo, quién explicó las bases del sistema de AFP en Chile, argumentando que en el mundo existen dos tipos de sistemas en esta materia, el de reparto y el de capitalización. A su juicio, el sistema de reparto infiere que lo que se obtiene en el presente no tiene relación con lo que se aportó en el pasado. "Las teorías positivas de seguridad social se dividen en dos grupos, las teorías políticas y las de eficiencia. En las políticas, la seguridad social se modela como un proceso redistributivo que resulta del juego político el que es ineficiente; en cambio, las teorías de eficiencia explican la seguridad social como un mecanismo a través del cuál se resuelven las imperfecciones del mercado", analizó el economista.
Además, Pattillo explicó que el sistema de reparto existió en Chile hasta 1980, donde la pensión se definía por los años de servicio y el salario promedio en la etapa válida para el cálculo de ésta. "Este se basaba en un contrato implícito entre generaciones y sus distorsiones más relevantes son la inducción al retiro, y la redistribución regresiva, entre otras", dijo, agregando que el modelo de economía de mercado no tiene como base la eficiencia, sino que la libertad y la base del sistema de AFP es que el esfuerzo individual es el que se debe premiar al momento de generarse la pensión. Desde el punto de vista redistributivo, es un sistema neutral en su concepción más pura. En la práctica, siempre tuvo incluido un pilar solidario", finalizó el ex director de presupuestos.
Quién cerró este seminario, fue el PhD en Ciencias Económicas, director del Departamento de Gestión y Políticas Públicas de la FAE USACH, Gonzalo Martner, refiriéndose a la reforma del sistema de pensiones afirmando que el rendimiento del sistema de reparto va a depender de la masa salarial. "La tasa real de rentabilidad en un sistema de reparto maduro es equivalente a la suma de la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo y la tasa de crecimiento en la productividad", indicó el economista.
A juicio de Martner, el sistema de reparto que hubo en Chile fue mal organizado, pero eso no significa que no haya funcionado en otro lado del mundo. Agregó, además, que hoy en Chile hay un 40% de los ocupados que no cotizan, "pensemos que hacemos con algo que no tiene remedio para atrás y para adelante".
Martner, propone salir del sistema de AFP reintroduciendo el sistema que ha sido muy exitoso en países como Suecia, Polonia, entre otros. "La idea es que los actuales cotizantes financien a los que trabajaron ayer con el compromiso social que los que hoy trabajen financien a los pensionados en el futuro", señaló.
El PhD en Ciencias Económicas, dijo también que el primer pilar hay que repensarlo y propone establecer una pensión uniforme universal establecida, como el 1% de salario promedio y como un derecho a todos los ciudadanos mayores de 65 años financiados por ingresos progresivos que se amplíen sustancialmente y reemplace la actual pensión básica solidaria.