En la sala multiuso del recién inaugurado edificio sustentable "Recicla", se dio inicio a la instalación que abarca dos proyectos, uno sobre la cosmovisión del mundo nerudiano y las teorías de las ondas gravitacionales de Einstein; y el segundo en madera, que dice relación a la depredación del bosque nativo que son remplazados por especies exóticas.
En la sala multiuso del recién inaugurado edificio sustentable "Recicla", se dio inicio a la instalación que abarca dos proyectos, uno sobre la cosmovisión del mundo nerudiano y las teorías de las ondas gravitacionales de Einstein; y el segundo en madera, que dice relación a la depredación del bosque nativo que son remplazados por especies exóticas.
Uno de los objetivos del edificio sustentable Recicla, inaugurado hace unos días, es acercar a la comunidad universitaria al arte ya la música. Es por esto, que se inauguró esta semana, la instalación del artista Alexander Sutulov, en la sala multipropósito de la construcción.
La presentación que consta de catorce obras, mezcla dos proyectos. El primero es un mural que se va emplazar al interior de la sala de estudios de la facultad en forma permanente. "Este mural de doble cara que irá suspendido desde la cumbrera tiene dos temas. El primero trata sobre la cosmovisión del mundo nerudiano. Su contracara es las recientemente corroboradas teorías de las ondas gravitacionales de Einstein", cuenta Sutulov.
El artista visual y ex alumno de la Universidad de Santiago de Chile, explica que el segundo proyecto que está actualmente en exhibición, consta de un relieve con listones de madera enchapada con un grabado en la cara de un bosque de araucarias.
"La madera que es reciclada: raulí, pino Oregón, laurel y roble; y son una metáfora a la depredación del bosque nativo que es remplazado por especies exóticas", añade Sutulov.
El proyecto RECICLA-continúa el artista- nos invita a una doble reflexión que me hace recordar en un antiguo proverbio ruso: "el descubrir algo nuevo, es siempre volver al pasado. El tejido permanente de la vida, en cómo se van hilando y entretejiendo sus distintos eventos; propone en el acto de creación, una disyuntiva entre el pasado y el futuro que fragua el presente. Bajo esta premisa, la obra exhibida estratifica distintas informaciones de un pasado que insinúa un futuro.
"El observador no tiene porqué saberlo y por ello, que el desarrollo iconográfico que reviste -en forma de grabado- en las caras de los listones laminados, establece una suerte de diálogo plástico en la obra. Lo que busca transmitir es en el contexto de un bosque nativo de araucarias que está siendo progresivamente sustituido por especies exóticas modificando el paisaje originario de nuestra tierra", argumentó Sutulov, agregando que el desafío actual, así como lo demuestra el nuevo edificio de la Facultad de Administración y Economía de la USACH, es proyectarnos en el futuro mediante el uso de la memoria como un elemento constitutivo que nos permita mantener y respetar nuestra esencia.
Mural en Sala de Estudios FAE
La Facultad de Administración y Economía cuenta con la sala de estudios más grande del campus, con 520 metros cuadrados para ser utilizados las 24 horas del día, los siete días de la semana.
En precisamente en este espacio, que Alexander Sutulov instalará una obra pictórica a gran escala que permitirá dar una mirada reflexiva en el tiempo, sobre aquellos pensadores universales que tuvieron una cosmovisión para adentrarse de manera clarividente en la relación del ser humano y el cosmos. "Navegar en dos aguas no es inusual en el mundo contemporáneo en que vivimos. Los conocimientos humanos han alcanzado un punto de inflexión importante y al mismo tiempo, decisivo en lo que respecta las urgencias planetarias de todo orden, que nosotros mismos como seres humanos, hemos provocado. Es por esto, que surge la inquietud por parte de la Facultad de Economía y Administración de la USACH, en cómo plantearse una obra pictórica a gran escala al interior de la recientemente remozada sala de estudio", contó el artista.
En este contexto, surge a nivel nacional, la figura de Pablo Neruda, cuya épica centrada en la noción del mundo andino con "Alturas en Machu Pichu", donde su regreso al origen se produce precisamente, en su reencuentro con la piedra y el metal.
"De manera preliminar, los estudios exhibidos dan cuenta sobre los siete ejes o arquetipos que definen como vehículo transitivo la cosmovisión nerudiana. Esto va desde una visión crepuscular, el portento de sus musas, el mundo mitológico en las diabladas, el sentido de su travesía existencial como nave auto contenida y su eco en las profundidades marinas a través de sus caracolas", dice Sutulov.
En la contra cara del mural, que será suspendido desde la cumbrera de la sala en forma apaisada, aparece el epitafio de Albert Einstein basado en su recientemente corroborada teoría de las ondas gravitacionales. Este último planteamiento del físico alemán, presenta de manera prístina la plasticidad del universo y lo más revolucionario: la curvatura del tiempo.
"Su representación constituye un verdadero desafío, una ventana que se abre de manera infinita a, por ejemplo, modelos cíclicos en un escenario o universo ecpirótico - conflagración, ekpyrosis-, en referencia en la filosofía estoica a la destrucción y recreación del mundo en el fuego. Y es en este punto, donde se encuentran Neruda y Einstein, como un en un diálogo de contra caras, enraizado en el movimiento pendular y natural de la existencia en su forma de sístole y diástole; tensión y distensión; luz y oscuridad, de vida y de muerte", enfatiza.
Sobre el artista
Alexander Sutulov estudió en el Instituto de Arte Contemporáneo de Santiago desde 1980 a 1984. Entre los años 1985 y 1987continuó sus estudios de arte en el College of Fine Arts de la Universidad de Utah en Estados Unidos, bajo el tutelaje de Angelo Caravaglia, como profesor guía, especializándose en dibujo, pintura, grabado y escultura.
Entre 1988 y 1989, trabajó y colaboró en las cooperativas de artistas Art Space y Stonehenge, donde se especializó en la labor escultórica en cerámica, porcelana, madera y metal.
Posteriormente estudió y trabajó como artista independiente en Estados Unidos en el Departamento de Grabado de la University of New Mexico desde 1990 a 1992 donde perfeccionó las técnicas de grabado tales como: intaglio, xilografía, serigrafía, litografía y monotipo. Continuando su trabajo de artista gráfico con la asistencia del Master Printer del Instituto Tamarind, Rodney Hamon se especializó en diferentes técnicas de foto-transferencia con planchas litográficas en el taller Black & Blue Press, Golden, Nuevo México.
Paralelamente en colaboración con el artista gráfico Michael Gienger, formó el taller Sutulov-Gienger en Albuquerque, desde 1992 hasta 1994. Entre 1994 y 1996 dividió su tiempo entre Estados Unidos y Chile donde introdujó técnicas de arte digital en su trabajo gráfico junto con producir sus primeros murales digitales con el taller Folio D en San Diego, California.
La combinación de su trabajo original con tono continuo y posteriormente la introducción del soporte digital, le permitió desarrollar ampliamente el uso de imagen de segunda generación y su implementación en diversos proyectos de artes visuales.