El Dr. José Gabriel Palma, académico de la Universidad de Cambridge y profesor e investigador de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago de Chile, se refiere en sus dos trabajos al agotamiento del modelo extractivo chileno y a la desindustrialización como factor desacelerador del crecimiento en América Latina.
El Dr. José Gabriel Palma, académico de la Universidad de Cambridge y profesor e investigador de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago de Chile, se refiere en sus dos trabajos al agotamiento del modelo extractivo chileno y a la desindustrialización como factor desacelerador del crecimiento en América Latina.
El pasado 16 de octubre (2019), dos días antes del comienzo del estallido social, el Dr. José Gabriel Palma, académico de la Universidad de Cambridge e investigador de la FAE USACH, publicó en los "Cambridge Working Papers in Economics" su trabajo de investigación "The chilean economy since the return to democracy in 1990. On how to get an emerging economy growing, and then sink slowly into the quicksand of a Middle-income Trap". En él, Palma plantea la hipótesis de que el lento crecimiento de la economía chilena en las últimas dos décadas (cuando la productividad creció a penas a un cuarto de la velocidad del ciclo anterior) es el resultado de que su estrategia de desarrollo ya cumplió su ciclo – y ahora necesita una urgente y completa "actualización"; una que sea capaz de generar nuevos motores de crecimiento de la productividad, como la industrialización del sector primario, la diversificación económica y una agenda verde, o "green new deal".
Este artículo, además, va a ser publicado como un capítulo en el libro editado por el director del Departamento de Economía de la FAE Dr. Manuel Llorca, y Rory Miller: "Una Nueva Historia Económica de Chile".
Según el desarrollo de su hipótesis, no sólo el modelo de desarrollo necesita una profunda actualización, sino también la ideología neoliberal que está en sus cimientos, ya que la mayoría de sus "certezas absolutas" están siendo sacudidas hasta el fondo. Sin embargo, ni la mano (no tan) invisible de mercados distorsionados, ni los gobiernos de centro-izquierda o centro-derecha han tenido mucha idea de cómo lograr este cambio.
"También existe (a diferencia de algunas economías asiáticas) una falta generalizada de determinación para hacer algo al respecto. En consecuencia, la economía chilena está ahora atascada en una 'trampa de ingresos medios´. De hecho, el cambio intenta llegar en la dirección opuesta: para reforzar el status quo cada vez más frágil, se ha tratado de añadir una nueva camisa de fuerza para dificultar el cambio en forma del Tratado Transpacífico, o TPP-11, que da a las grandes corporaciones (extranjeras y nacionales) un veto de facto contra cualquier cambio en la política económica", indica Palma.
A su vez, lo que él define como el "reverse catching-up" de los países avanzados tampoco ayuda, ya que esto también refuerza las convicciones de quienes en Chile defienden el statu quo. "Ahora todos estamos convergiendo en occidente, norte y sur, pero hacia lo que ha caracterizado a Latinoamerica, como élites que creen tener derechos de propiedad sobre los excedente que genera el crecimiento económico y a una vida política llena de 'realismo mágico´. De hecho, ahora es incluso tentador decirle a los de la OCDE de altos ingresos "Bienvenidos al Tercer Mundo", agrega el economista chileno.
Desindustrialización
Otro de los últimos trabajos publicados por Palma, "Desindustrialización, desindustrialización 'prematura´ y 'síndrome holandés´" en la revista El Trimestre Económico, se refiere al rol de la manufactura en el crecimiento.
"La frustración en América Latina con las reformas económicas neoliberales, ha reabierto una serie de debates, en especial sobre la naturaleza de la desigualdad y los determinantes del crecimiento de la productividad —en 2018, por ejemplo, (incluso excluyendo a Venezuela) la productividad promedio de la región fue sólo 8% superior a la de 1980, esto equivale a un crecimiento promedio anual de apenas 0.2%—. Durante el ciclo anterior, de 1950 a 1980, en cambio, ésta más que se duplicó, con una tasa de crecimiento de 2.8% anual. Uno de estos debates es sobre el problema de la desindustrialización —en especial, si es 'prematura´ o con un componente de "síndrome holandés", señala.
Este trabajo analiza el rol de la manufactura en el crecimiento y la dinámica que ha seguido la desindustrialización, tanto en países de ingresos altos como medios. Concluye que el éxito del Asia emergente radica, fundamentalmente, en su pragmatismo ideológico, el cual la llevó en la década de los ochenta y principios de los noventa a usar las reformas como un mecanismo para fortalecer y acelerar sus ambiciosos procesos de industrialización —y no para llevar a cabo una "destrucción no creativa" de su manufactura, como sucedió en casi toda América Latina—.
"Esto a pesar de que muchos de los procesos de industrialización en el Asia emergente padecían en su momento de problemas similares (si no peores) a los de la industrialización latinoamericana", finaliza Palma.