Con una evaluación exitosa por parte de sus alumnos, finalizó el curso "Ley de la Atracción", correspondiente al taller transversal impartido por la antropóloga Beatriz Cueto, impartido de septiembre a diciembre de 2008, en la Facultad de Administración y Economía - FAE.

    El propósito de este curso transversal fue ofrecer a los estudiantes un espacio para su autoconocimiento personal. La docente explica que "la idea era enseñarles que lo que vives, lo creas tú mismo. Fue clave encargarles ejercicios prácticos, clase a clase. Por ejemplo, que fueran a un mall con una tarjeta de crédito virtual, y que anotaran qué comprarían, y qué sensaciones les producía gastar el dinero. O, que anotaran cuántos "No" recibían en un solo día, de parte de diferentes personas. Así, el fin era que fuesen responsables de sus propias vidas".


La profesora Beatriz Cueto, junto a los alumnos del curso 'Ley de la Atracción'.

    Para Fabián Montaner Sepúlveda, alumno de tercer año de administración pública: "al comienzo, sentí que no estaba aprendiendo muchas cosas. Leía cursos de metafísica, donde aparecían estos principios, que hacen que uno cambie su forma de pensar. Pero, lentamente, fui aprendiendo que no podía echarle la culpa a los demás de lo que me pasaba, y decir: "el destino quiso que me asaltaran", "quiso que mi mamá se peleara conmigo", "que me sacara tal nota",... y que cuando uno dice que lo que le hace al otro le va a tocar a uno, uno esta aplicando ese concepto".

    Asimismo, Fabián agrega que, "la profesora inició súper bien el taller. Nos mostró los elementos de la física quántica, y cuántos hombres le dedicaron su vida, y cómo las cosas pueden cambiar sólo con el pensar. El curso fue una guía, y nos tuvo, semana a semana, pensando en cómo orientar nuestras vidas, pasos y dónde queremos llevarla. Me ayudó a clarificar mis sueños, en mi relación con mi ex pareja. Incluso, mi relación con mi familia cambió bastante. De repente, me doy el tiempo de conversar las cosas del taller con ellos. Cambió mi forma de hablar, hasta de cómo me llevo con la gente".

    La experiencia de Eylin Chapiro Díaz, de segundo año de administración pública, fue "sumamente gratificante. Desde que tomé el curso, estoy más relajada, y me ha ayudado a entender muchas cosas, sobre todo cuando a los veinte años te bajan muchos cuestionamientos. También, me ha ayudado a confiar más en mí misma, y en mis propias capacidades. Lo grato es que se da un ambiente muy especial, independientemente de la vocación o del área académica en la que uno se desarrolle".


El curso 'Ley de la Atracción' en su última clase.

    "Lo único que sabía es que quería algo más aparte de las clases, y era lo que andaba buscando. Siempre había querido un curso así; pero, por tiempo y dinero, no había podido tomarlo. Hoy, tengo la mente más abierta al momento de estudiar, con menos estrés, y he aprendido a manejar mis tiempos, y a distraerme menos", es el testimonio de Marcos Guajardo Guajardo, alumno de tercer año de administración pública.

    Valentina Miranda Césped, alumna de segundo año de Administración Pública, declara "este ha sido un curso de vida, que nos ha enseñado a ver el mundo, el universo y a las personas, en forma diferente. Incluso, prefería no estudiar para una prueba, pero asistir. Así, llegaba a mi casa con otro ánimo, con otra disposición a enfrentar las pruebas. La pena es que me perdí la clase de la profesora sobre cómo enfrentar situaciones de estrés. Lo positivo era que la profesora siempre tuvo una palabra que decir, y así no todo era tan malo".

    Como reflexionan los alumnos de tercer año de Administración Pública, "el curso va más allá de una relación de compañeros de un ramo. Te das cuenta que todos tenemos las mismas inquietudes, problemas y deseos en la vida", explica Sergio Rojas Garrido. Similarmente, Jorge Abarzúa Cubillos, agrega: "es clave que nos complementemos, y es útil tener personas de otras carreras a las que uno estudia en cursos como éste, lo que nos facilita conocernos entre todos".


Por Claudia Montero Liberona