Para noviembre no hay certeza, ya que la duda está en cuándo se concretará la baja en las cuentas de la luz.
Un
acotado rango es el que estiman analistas para el IPC de octubre, el
que podría fluctuar entre una caída de 0,1% o un avance de igual
magnitud debido a los declives en los precios de comestibles y algunos
del sector transporte.
Así, por ejemplo, Rodrigo Aravena, de
Banchile, sostiene que "nuestro pronóstico se explica por un retroceso
en alimentos", además de reducciones estacionales "como pasajes aéreos".
Alejandro
Puente, del BBVA, afirma que lo que mantendría restringida "la
inflación será el comportamiento de los combustibles, que le están
restando en torno a 0,1 punto porcentual (pp). Esto, porque en
septiembre hubo un efecto positivo de 0,2 pp por el aumento en las
bencinas y otros carburantes".
Por su parte, Juan Pablo Castro, de
Santander GBM, señala que habría una "normalización de ciertos valores,
luego de que suben mucho" en fiestas patrias, lo que "junto a mermas en
transportes, se vería compensado por incrementos en el grupo de salud".
Mientras, Guillermo Pattillo, de la Universidad de Santiago, expone que
víveres, "bebidas y prendas de vestir" mostrarían un avance.
Pattillo, en cambio, dice que las bajas mencionadas se manifestarían en octubre; de hecho, consigna que en el penúltimo mes del ejercicio el IPC sería de 0,2%.
Puente argumenta que "la gran incertidumbre que tenemos es lo que ocurrirá con los precios" nuevos de la luz, ya que se aplicarían entre este mes y el próximo; no obstante, apunta que "otra cosa es en qué momento aparecen en las facturas de los consumidores. Hay que recordar que el recorte de abril se comenzó a efectuar en julio (...) Si una situación como esa se repitiera, no veríamos impacto sino hasta enero de 2010".
Publicado en Estrategia.