¿Qué factores han desencadenado el deterioro de esta variable en los últimos años?, ¿cómo recuperarla? Son preguntas sobre una materia clave. Si este fenómeno no se logra revertir, será cada vez más difícil lograr el tan ansiado desarrollo.
La pasión de la campaña presidencial que se vive por estos días ha ido incrementando su intensidad. Con palabras cruzadas a la orden del día, los candidatos y sus asesores intentan remarcar las diferencias en amplias agendas económicas. Sin embargo, en la diversidad de los planteamientos también se descubren coincidencias, al menos, respecto a la orientación para sostener el crecimiento en el tiempo.
En todas las opciones resalta la urgencia de reimpulsar la productividad, variable clave que se ha visto sistemáticamente diezmada en los últimos ejercicios, y que explica en su esencia la inexorable ralentización de la actividad doméstica en la década que termina.
Precisamente, el factor de análisis pasó de expandirse a estancarse y luego a caer, como ocurrió en 2006, 2007 y 2008 (-0,7%, -0,5% y -2,4%, en cada caso). Así, el presente ejercicio no es la excepción. Según el Consejo Consultivo del PIB tendencial convocado por Hacienda, la merma es 2,7%, al tiempo que la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) lo calcula en -3%.
Política Económica
¿Qué ha generado este retroceso? Para Alejandro Fernández, gerente de Estudios de Gemines, el fenómeno obedece a "la pérdida de flexibilidad, reflejada en regulaciones laborales, y de todo tipo, más rígidas", añadiendo que "hay un deterioro en la gestión del gasto fiscal; pensando en Transantiago y Ferrocarriles (EFE), por ejemplo, que han implicado un voluminoso uso de capitales con nulo impacto positivo".
Sostiene que si bien puede existir una falta de proactividad por el lado privado, "diría que la responsabilidad es, en lo fundamental, de la política económica: hay una despreocupación del crecimiento, en general, y de la productividad, en particular. Se observa un sesgo hacia la redistribución y al asistencialismo".
Guillermo Pattillo, de la Universidad de Santiago, advierte sobre "una reducida tasa de innovación técnica, de hecho, el empresariado no es especialmente activo en este ámbito, pues sólo cerca del 20% de los fondos para investigación y desarrollo (I+D) provienen de ellos".
Cecilia Cifuentes, de la Universidad de Los Andes, consigna un punto de quiebre a partir de 2004; antes, aún quedaba arrastre de las reformas que propiciaron eficiencia, como las leyes de concesiones, las privatizaciones y la apertura comercial". Indica, además, que "nos estamos rezagando" en la administración pública y en "la calidad de la educación" que, a su juicio, es una de las causas de la baja participación en el mercado laboral. Así, sentencia que, en las potencias mundiales "el 70% de la población en edad de trabajar, lo hace; mientras, en Chile, el porcentaje es menor al 50%, la gente se da cuenta que hay dificultades para ingresar y acceder a una vacante".
George Lever, gerente de Estudios de la CCS, sugiere que la escasez de gas y los mayores costos energéticos por uso de derivados de petróleo golpearon la productividad. Agrega que "el fuerte aumento del gasto fiscal en los últimos ejercicios puede esconder fuentes de ineficiencias, no sólo por aspectos ligados a la gestión, sino también a la evaluación social relacionada a ellos".
¿Cómo Repuntar?
En materia propositiva, Pattillo postula la utilización eficaz y eficiente de los recursos en "los municipios, en el sentido de la capacitación", y recomienda mirar con "objetividad" las indemnizaciones por año de servicio. Asegura que, en lo público, profundizaría la calificación por desempeño "para terminar con el anacronismo de la negociación en conjunto del sector".
Propone también "abrir las empresas del Estado a la bolsa. Es posible hacerlo, dependiendo del próximo Gobierno". Fernández, eso sí, comenta que aquello "es cierto de forma parcial, ya que si la expansión de las compañías y de todo lo que tiene que ver con emprendimiento no es promovido por el Ejecutivo, la mera privatización, que apoyo, no va a cambiar mucho el panorama".
Con todo, expresa que un buen referente sobre el camino correcto es "lo asociado al Doing Business, del Banco Mundial (...), pues tiene indicadores que miden la facilidad para crear y cerrar una firma, así como la obtención de financiamiento, la protección a los inversionistas, el cumplimiento de contratos y la simpleza para captar o despedir trabajadores, entre otras". En efecto, tal ranking ubica a Chile en la casilla 70 entre más de 130 países en materia de días exigidos para comenzar un negocio. Así, las 27 jornadas necesitadas en promedio duplican las contempladas en las economías de la OCDE.
Cifuentes destaca que las remuneraciones ligadas a resultados son un aliciente en este plano, y recomienda "orientar la legislación laboral hacia una en la que no se perjudique los incentivos. La igualdad salarial entre hombres y mujeres es algo favorable, pero hay que considerar qué efectos tiene. Eso, quizás, resta estímulo a la contratación de ellas".
Lever, en tanto, indica que a nivel gubernamental se "debe estar constantemente impulsando una agenda de productividad, para que la nación se adapte y compita en las nuevas realidades del orbe. Habría que revisar la coherencia tributaria, los trámites para apertura y finalización de compañías (...) y destrabar el aparato innovador".
Por su parte, Alberto Puente, del BBVA, asevera que la burocracia amerita modificaciones, lo mismo que el sistema educacional, pese a que sus frutos se verían con tiempo de rezago. De igual manera, considera que la implementación de la depreciación acelerada sería útil, pues "más inversión se vincula, en lo general, a bienes de capital que incorporan tecnología y hacen más beneficiosos los procesos".
Rodrigo Aravena, de Banchile, declara que "lo preocupante de 2005 no es que el factor en cuestión no haya crecido, sino que haya caído. Ahí es donde hay una necesidad de ser creativos. Cuando se dio el libre comercio, en los '80, las reformas fueron en lo macro, que ya se hizo y muy bien. Ahora hay más brecha para hacer cosas en lo micro".
Publicado en Diario Estrategia