Economista USACH
La Concertación en los años 90 se apropió del concepto de la
economía de mercado que había instaurado el gobierno militar: hizo suyo
el discurso pro-empresarial de la centro-derecha. A esto la coalición
gobernante le adicionó crecientes dosis de protección social, las que
son maximizadas en el cuatrienio de Bachelet. Esto se debe al alto
precio del cobre y a la valentía política de ahorrar recursos para
financiar en el largo plazo parte de esta protección social (léase
"Pensión Básica Universal"). La oposición en un comienzo se resiste a
este nuevo paradigma, argumentando que desincentivará el ahorro,
disminuirá la inversión y sobre todo fomentará la flojera (sic).
Que un sector político gane una elección lo explican múltiples
factores, pero que duda cabe que los acomodos en los discursos de ambos
bloques nos entregan pistas respecto a los eventos futuros. Piñera y su
bloque han logrado crear el concepto de que la protección social es un
"commodity político", un activo país que debe ser mantenido y
profundizado, independiente del bloque político vencedor: la vieja
estrategia de "amar al enemigo" es empleada legítimamente por este
sector. Ciertamente la oposición le disputa el discurso a la
Concertación (lo mismo que esta hizo con la centro-derecha en los años
90) en cuanto a mantener las dosis de bienestar social, y organizarlas
dentro de una visión eficiente de la economía (léase "dinámica, 1
millón de empleos", etc). Por su parte la Concertación desestima en el discurso lo
que valió ser exitosa en los 90: subvalúa el rol del mercado, de la
empresa privada y la iniciativa de emprender; y maximiza el rol del
Estado en su actual propuesta. ¿Pero donde estan los votantes
marginales, quienes deciden la elección?. La Concertación falló en
asentar un discurso (no así en los hechos) en que se puede ser
orgullosamente pro-empresa (léase "creer en la responsabilidad
individual) con nítidos énfasis sociales hacia los sectores más
vulnerables. Quedarse entrampados en el discurso clásico de "ricos
contra pobres" lo ha aprovechado hábilmente Piñera. Veremos si en la
segunda vuelta Piñera es capaz de convencer definitivamente al
electorado de este cambio hacia la protección social bacheletiana. En
cualquier caso: si el año 90 vencieron las ideas de la centroderecha
(aunque perdieron electoralmente), en esta ocasión ya venció el
paradigma social de la Concertación. Esperemos eso sí a ver si este
nuevo paradigma es capaz de ser profundizado por la coalición vencedora.
Publicado en La Segunda y Estrategia