Pese a que las exportaciones registraron una caída de 5% en 2009 con
respecto a 2008, Asia sigue siendo la zona de mayor intercambio
comercial para el país, aportando más de US$ 23 mil millones a la
balanza comercial chilena.
El comercio exterior local retrocedió 27% en el año. Sin embargo, China fue de los pocos países que mostró un alza en el intercambio bilateral, totalizando US$ 17.424 millones, equivalente a cerca de un quinto del comercio chileno total. El gigante asiático se mantiene como el principal socio comercial de Chile, lugar que ocupa desde 2008, cuando desplazó a EE.UU.
Así, entre 2000 y 2009, las exportaciones a China, nuestro principal destino comercial, crecieron 950%, pasando de US$ 965,5 millones al principio de la década, a US$ 10.070 millones el año pasado.
La mayor demanda china, especialmente minera y el fuerte aumento del precio del cobre, es lo que explica el mayor intercambio, dice Leonardo Suárez, director de Estudios de LarrainVial.
El precio promedio del cobre llegó a US$ 2,33 la libra en 2009, que aun cuando es menor al registrado en 2008 (US$ 3,16), sigue siendo el más alto de los últimos quince años, apunta Tomás Flores, director de Estudios de LyD.
La caída en las exportaciones a nivel global se produjo básicamente por la crisis económica mundial, que generó una contracción en la demanda de productos de grandes países consumidores, como EE.UU., Europa y Japón.
China en el centro
El desarrollo que ha experimentado China en los últimos años ha generado una mayor demanda de materias primas a países exportadores de ellas -sobre todo de cobre- lo cual, junto al TLC firmado con Chile en 2006, ha beneficiado la balanza comercial chilena y ha posicionado al país asiático como el principal socio comercial de Chile.
La concentración en los mercados asiáticos no representa una desventaja para el país, plantea Guillermo Pattillo, académico de la Universidad de Santiago. La región es integrada por un gran número de naciones y "la diversificación del comercio exterior chileno sigue criterios de rentabilidad económica y ventajas competitivas", subraya.
Según Pattillo, lo que pueden hacer las autoridades es seguir derribando barreras, a través de tratados comerciales.
Un cambio brusco en el ciclo económico de China o una eventual recesión en ese país podría tener un impacto más profundo en el comercio exterior que la recesión en Estados Unidos, dice Tomás Flores.
Pero no es riesgo que avizore, al menos en los próximos 24 meses. Con todo, el desafío es seguir de cerca la evolución de la economía china, dice.
Chile tiene sus exportaciones bastante diversificadas, tanto en productos como en mercados de destino, lo que Pattillo destaca como una ventaja. En opinión de Flores, ya no sólo se trata de buscar mercados para los productos como hace ProChile, sino de crecer más en servicios, como back office , asesoría financiera, servicios computacionales de ingeniería en minería y call center , entre otros.
Es poco probable que la demanda china de materias primas, impulsada por el plan fiscal, se mantenga durante el segundo semestre, dice Jorge Selaive, economista jefe del banco BCI. Pero para entonces, espera que en línea con la recuperación de la economía mundial, la demanda por exportaciones industriales comience a aumentar. El experto proyecta un superávit en cuenta corriente de 2,2% del PIB este año, reflejo de un sector exportador dinámico y un componente de precio del cobre todavía potente.
La fuerza minera
Dentro de los productos más exportados, el más fuerte sigue siendo el sector minero, el cual representó un 57% de las exportaciones totales en 2009.
Los envíos de productos mineros cayeron 24,4%, pero el cobre sigue siendo el principal producto de exportación, captando el 50,2% de las exportaciones mineras. Junto con el molibdeno, suman el 52,3% del total de los embarques nacionales.
Entre los productos no mineros, la celulosa representa el 9%, el salmón 6,7%, y uvas frescas 5,1%.
Pulicado en El Mercurio, Cuerpo B
El comercio exterior local retrocedió 27% en el año. Sin embargo, China fue de los pocos países que mostró un alza en el intercambio bilateral, totalizando US$ 17.424 millones, equivalente a cerca de un quinto del comercio chileno total. El gigante asiático se mantiene como el principal socio comercial de Chile, lugar que ocupa desde 2008, cuando desplazó a EE.UU.
Así, entre 2000 y 2009, las exportaciones a China, nuestro principal destino comercial, crecieron 950%, pasando de US$ 965,5 millones al principio de la década, a US$ 10.070 millones el año pasado.
La mayor demanda china, especialmente minera y el fuerte aumento del precio del cobre, es lo que explica el mayor intercambio, dice Leonardo Suárez, director de Estudios de LarrainVial.
El precio promedio del cobre llegó a US$ 2,33 la libra en 2009, que aun cuando es menor al registrado en 2008 (US$ 3,16), sigue siendo el más alto de los últimos quince años, apunta Tomás Flores, director de Estudios de LyD.
La caída en las exportaciones a nivel global se produjo básicamente por la crisis económica mundial, que generó una contracción en la demanda de productos de grandes países consumidores, como EE.UU., Europa y Japón.
China en el centro
El desarrollo que ha experimentado China en los últimos años ha generado una mayor demanda de materias primas a países exportadores de ellas -sobre todo de cobre- lo cual, junto al TLC firmado con Chile en 2006, ha beneficiado la balanza comercial chilena y ha posicionado al país asiático como el principal socio comercial de Chile.
La concentración en los mercados asiáticos no representa una desventaja para el país, plantea Guillermo Pattillo, académico de la Universidad de Santiago. La región es integrada por un gran número de naciones y "la diversificación del comercio exterior chileno sigue criterios de rentabilidad económica y ventajas competitivas", subraya.
Según Pattillo, lo que pueden hacer las autoridades es seguir derribando barreras, a través de tratados comerciales.
Un cambio brusco en el ciclo económico de China o una eventual recesión en ese país podría tener un impacto más profundo en el comercio exterior que la recesión en Estados Unidos, dice Tomás Flores.
Pero no es riesgo que avizore, al menos en los próximos 24 meses. Con todo, el desafío es seguir de cerca la evolución de la economía china, dice.
Chile tiene sus exportaciones bastante diversificadas, tanto en productos como en mercados de destino, lo que Pattillo destaca como una ventaja. En opinión de Flores, ya no sólo se trata de buscar mercados para los productos como hace ProChile, sino de crecer más en servicios, como back office , asesoría financiera, servicios computacionales de ingeniería en minería y call center , entre otros.
Es poco probable que la demanda china de materias primas, impulsada por el plan fiscal, se mantenga durante el segundo semestre, dice Jorge Selaive, economista jefe del banco BCI. Pero para entonces, espera que en línea con la recuperación de la economía mundial, la demanda por exportaciones industriales comience a aumentar. El experto proyecta un superávit en cuenta corriente de 2,2% del PIB este año, reflejo de un sector exportador dinámico y un componente de precio del cobre todavía potente.
La fuerza minera
Dentro de los productos más exportados, el más fuerte sigue siendo el sector minero, el cual representó un 57% de las exportaciones totales en 2009.
Los envíos de productos mineros cayeron 24,4%, pero el cobre sigue siendo el principal producto de exportación, captando el 50,2% de las exportaciones mineras. Junto con el molibdeno, suman el 52,3% del total de los embarques nacionales.
Entre los productos no mineros, la celulosa representa el 9%, el salmón 6,7%, y uvas frescas 5,1%.
Pulicado en El Mercurio, Cuerpo B