Diversos agentes consideran que el IPC de febrero estuvo dentro de lo esperado, y prevén mayores presiones inflacionarias para éste y el próximo mes. Sin embargo, estiman que el impulso monetario debiera mantenerse algo más de lo proyectado para apoyar la recuperación doméstica tras el terremoto
Rubén Catalán. "En relación a la tasa de política monetaria (TPM) no suscribimos la visión de que el Banco Central retrasaría la subida. Si se revisa la experiencia internacional, se observa que no necesariamente cuando se tiene este tipo de desastres, siguen las tasas bajas por más tiempo. De hecho, como se pronostica que va a existir un alza en la inflación por el terremoto, debido a una oferta más restringida en las zonas más afectadas, consideramos que el balance de riesgo apunta a que el ente rector elevaría los tipos en torno a julio a alrededor de 25 puntos base".
Alejandro Puente. "El IPC de febrero estuvo
dentro de lo previsible y el transporte fue la división que explicó
casi la totalidad de la variación. Los primeros tres meses veremos los
efectos más importantes del terremoto, con cerca de un 1% más de
inflación en ese período, lo que decrecería hacia mayo. En cuanto al
ajuste en las tasas, pensamos que se retrasará para fines del tercer
trimestre. Lo que determinará el plan del Central será el esfuerzo de
recuperación".
Guillermo Pattillo. "En abril, el impacto del
terremoto debería tender a desaparecer, pero veríamos incidencias en la
senda de otros precios, como arriendos. Con los datos actuales, la TPM
debería subir aproximadamente en julio en torno a medio punto. Si la
actividad no se resiente de forma violenta, y las presiones
inflacionarias derivadas de la recuperación se aproximan a las de
antes, no postergará demasiado el ajuste. Ahora, si el Producto va muy
por debajo, podríamos pensar que la corrección en los tipos se posponga
en un trimestre".
Marzo: 1,0%
Abril: 0,5%
Anual: 3,5%
TPM Diciembre: 1,5%/2,0%
Sebastián Mathew. "En 2010 estaremos ajustados
a los rangos de política monetaria del Central. En ese sentido, el
organismo dio una señal post terremoto de que la tasa se mantendría
baja, lo que hace suponer que va a permanecer en esos niveles por lo
menos hasta cumplido el primer semestre del año; luego debería subir
dependiendo de las presiones inflacionarias que se generen. Las
primeras alzas serían en torno a medio punto, porque si lo hace en
forma muy fuerte puede ser interpretado como una mala señal".
Juan José Donoso. "En cuanto al IPC de febrero,
la cifra estuvo determinada por el alza en el ítem transporte,
destacando los aumentos de clases de combustibles, de lubricantes para
equipos de transporte personal y el transporte de pasajeros por vías
urbanas y carreteras. Creemos que el ajuste de la TPM se debería
iniciar hacia fines del segundo trimestre. En ese sentido, nuestra
visión apunta a que este proceso comenzará con una subida en torno a 25
puntos base".
Rodrigo Aravena. "La incertidumbre que introduce
un terremoto genera la necesidad de contar con más información para
saber qué pasa con las holguras de capacidad. Eso es fundamental para
que el Banco Central decida postergar las alzas de tasas a julio. Sin
embargo, no mucho más allá de eso, ya que los efectos (del sismo)
deberían ser de corto plazo, entre uno o dos trimestres. Luego, la
inflación debiera ser algo mucho más persistente. Habitualmente los
bancos centrales, ante un impacto negativo de corto plazo, acumulan
información, esperan y cuando se tienen más señales de recuperación,
evalúan un alza de tasas".
Publicado en Diario Estrategia.