Este jueves 25 de marzo se termina el subsidio aplicado al Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (FEPC). El tema no ha dejado indiferente a nadie, pues tras la catástrofe, el alza que llegaría a los $50 pesos promedio en todos sus derivados, se torna en una situación compleja para muchos chilenos.

La disyuntiva ha enfrentado a la Unión Demócrata Independiente con el gabinete del presidente Sebastián Piñera, pues mientras el senador Víctor Pérez (UDI) insiste en mantener la rebaja a las bencinas, los demás, plantean la urgencia de obtener recursos para la reconstrucción.

El académico del Magíster en Economía Financiera de la Universidad de Santiago de Chile, Francisco Castañeda, aclara la importancia de que el fisco pueda obtener recursos de forma rápida, para que el plan de reparación de las zonas devastadas pueda aplicarse de la manera más pronta posible.

"Si el Estado recauda más y llega con una mayor provisión de bienes públicos (colegios, hospitales, infraestructura, líneas crediticias, CORFO, entre otros) en un plazo que no sea mayor a seis meses, no es un sacrificio que hace sólo la VIII Región, lo hace todo el país en función de la VII y VIII Regiones", señaló el especialista.

Ajustes necesarios

Castañeda sostuvo que en el contexto que vive el país es muy difícil, no comprender esta alza. "Estoy de acuerdo con el presidente Piñera y con su ministro de Hacienda de no bajar este impuesto, pero al mismo tiempo espero que suban el royalty", afirmó.

A juicio del economista de la Usach, no se está subiendo el valor, sino que se está volviendo al nivel que se había establecido previamente. "En otra coyuntura, hubiese apoyado una presión para que este impuesto baje, pero el contexto actual es totalmente diferente que hace unos meses. Ahora la situación es muy distinta, el fisco necesita recursos; subir los impuestos a las grandes empresas, incrementar la tasa del royalty minero y realizar ajustes en algunos impuestos específicos, que no es el caso del impuesto específico a los combustibles", aseveró.

Respecto a una posible mantención de este impuesto, Castañeda precisó que "podría ser que el gobierno prorrogue el impuesto por tres meses, pero eso va a significar obtener los recursos por otras vías: más endeudamiento, más uso de fondos soberanos y su impacto negativo en el dólar, o más tributación de otros impuestos".

Según el académico, el máximo de tiempo que podría prorrogarse la mantención del actual nivel de impuesto específico a los combustibles es de "seis meses, tras previo acuerdo con el parlamento, pero en el mediano plazo el impuesto tiene que volver a ese nivel, porque efectivamente la economía necesita recursos".

Finalmente, Castañeda agregó que sólo por este concepto se recaudan cerca de US$ mil 300 millones por año, los que se traducirán en más líneas de créditos, más infraestructura, reparación acelerada de colegios y hospitales, pero el tema hoy es la celeridad con la que se puedan obtener los dineros necesarios para levantar esta devastada región de Chile.

Publicado en Universia