Francisco Castañeda
Economista USACH
 

Existe gran discusión acerca de esta estrategia de comercialización de la banca, a raíz de su prohibición hace dos meses por la autoridad, y la posterior reposición de esta práctica (ahora denominada "venta conjunta").
 

Atar productos genera ciertamente beneficios para los bancos que tienen incumbencia (que estén consolidados en la industria); esto es que tengan una relativa alta tasa de participación de mercado. A cambio de ofrecer por ejemplo una atractiva tasa de interés en un crédito hipotecario, "se condiciona" dicha oferta a la adquisición de un paquete de productos (cuenta corriente por ejemplo). El banco se beneficiaría al reducir considerablemente el riesgo de crédito (especialmente al atar la cuenta corriente) reduciendo sus costos de operación, y simultáneamente le permitiría obtener ingresos adicionales por comisiones de estos otros productos. Es decir también rentabiliza de mejor forma su capacidad productiva, generando ciertas economías de ámbito.
 

Al mismo tiempo, la venta atada reduce los niveles de intensidad de la competencia de los bancos más pequeños ("los desafiantes") por capturar mayores participaciones de mercado. La venta atada se traduciría en una barrera a la innovación de los bancos más pequeños, a quienes les resultaría insuficiente señalizar otros atributos para atraer clientes (atributos que sean diferentes al precio o tasa de interés).
 

Lo que debería buscar la autoridad en este caso es que las decisiones de crédito de las personas sean tomadas por factores de mercado (precios correctos, que no provengan de subsidios cruzados), para que así no generen en el largo plazo un costo negativo sobre la sociedad (la posibilidad de que bancos más pequeños no puedan desafiar la estructura de precios de los bancos más grandes). Además en el extremo, la menor tasa de interés relativa ofrecida puede estar siendo financiada por el atamiento de los otros productos, particularmente los con cargo de pago automático. Así lo que es eficiente para una empresa (un banco), no es sistémicamente deseable para la sociedad. Decisiones de crédito son de largo plazo y deben ser tomadas con la máxima racionalidad.
 

La eliminación de competencia de otros bancos más pequeños, así como incentivos extra-mercado ("el regalo de reducción de tasa de interés siempre y cuando se aten otros productos") ocurren en un mercado financiero altamente concentrado como el chileno, donde el objetivo de la autoridad debería ser emular la competencia y eliminar las barreras que impidan la movilidad de los clientes.
 

Publicado en el sitio web de Postgrados de La Tercera