Querella interpuesta por abogada contra actores de la salud privada se declaró admisible y peritajes ya están en curso. Caso abre las interrogantes de qué es lo ganan y cómo es que lucran las firmas involucradas con nuestros antecedentes confidenciales. Entérate aquí.

SANTIAGO, mayo 2009.- Cuando la abogada Verónica Sánchez dio su rut en la farmacia Cruz Verde para hacer operativo un descuento por su afiliación a la isapre Banmédica, nunca pensó que en la pantalla de la vendedora se desplegaba todo su historial clínico, información que fue vital para que le ofrecieran un producto ad hoc con su enfermedad, una que ni siquiera toda su familia aún conocía.  
 
Este hecho la hizo denunciar que las isapres estarían traspasando información privilegiada a las cadenas farmacéuticas y sugerir la existencia de una gran red de base de datos ilegal. Ello pues la filtración de los antecedentes de Sánchez operó sin su consentimiento.  
 
En efecto, el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago ya ha declarado admisible la querella interpuesta por la afectada. Por ende, comienzan las investigaciones en la Fiscalía. Y se abren también las dudas, ¿qué es lo que están haciendo las firmas involucradas con nuestros datos privados y cómo es que salen ganando al usarlos?  
 
Expertos dan su visión a Terra.cl, revelando los diversos usos comerciales que puede hacerse a costa de nuestros diagnósticos médicos.  
 
ASIMETRíA DE MERCADO 
El economista Javier Latorre, académico de la Universidad Central, parte de la base que "la información la puedes comprar y puede ser sujeto de transacciones". Y dado que es una mercancía, existe la necesidad de regular el manejo de ésta en el mercado.  
 
Ello pues pueden darse importantes desequilibrios entre demanda y oferta. De por sí, el mercado de la salud está "plagado de asimetrías de información, tanto entre médico y pacientes como entre farmacéutico y pacientes/clientes", explica el economista Manuel Willington, académico de la Universidad Alberto Hurtado (UAH)  
 
Tanto así, que el abogado Alan Krausz, docente de la Adolfo Ibáñez (UAI) y socio de ABOGA, estima que el riesgo de abuso puede ser demasiado amplio. El conocimiento de una enfermedad grave puede, de hecho, servirle a las empresas para discriminar en la selección de personal, llega a pensar el asesor jurídico.  
 
Tales desajustes se deben a cómo puede lucrarse con tan preciado bien. Espionaje industrial, por ejemplo. En eso piensa el economista Francisco Castañeda, académico de la Universidad de Santiago (USACH), cuando ve que con los antecedentes clínicos se puede crear una cartera de clientes donde aplicar alzas tarifarias.  
 
El economista Sebastián Mathews, académico de la Universidad Andrés Bello (UNAB), estima que la información es entonces más importante que los recursos económicos. "Sin información, básicamente no puedes hacer nada. La información es clave para cualquier negocio", indica el experto.  
 
Castañeda: "Las isapres mejoran sus pricing" 
Para el economista, es posible que las isapres reciban información de qué tipos de medicamentos compran sus clientes para ver "si son preexistencia o no, y analizan si le están cobrando una prima barata para el nivel de riesgo de enfermedad que tienen".  
 
"Las isapres mejoran su pricing, su estructura tarifaria, sesgando al alza", estima el académico USACH, quien sabe que "todos los planes se ajustan siempre para arriba". Latorre: "Construir el mejor perfil clínico del cliente" 
Al detectar enfermedades que no figuran en la ficha clínica a través del consumo en farmacias, las isapres pueden conocer a sus clientes más costosos. Así, la información "les permite construir mejor el perfil clínico del cliente, y conocer sus intereses y gustos. Entonces podrían personalizar su comunicación con ellos", indica el analista.  
 
En tanto, la farmacia consigue adaptar ofertas especializadas para cada cliente. En palabras simples, es un estudio de mercado más eficiente que "permite hacer estrategias comerciales uno a uno y al mismo, tiempo discriminar segmentos", apunta el académico de la U. Central. Pero se trata de una discriminación negativa.  
 
Mathews: "Decisiones en base a la demanda real" 
"Si tú sabes qué demanda cada cliente en particular, puedes dirigir mejor los esfuerzos de marketing directo", opina el economista. En este sentido, se trata de segmentar mejor los clientes y tomar las decisiones en base a la demanda real de los productos.  
 
A juicio, del académico de la UNAB, se trata de "detectar cuáles productos son más atractivos y cuáles productos son menos atractivos" y así decidir qué ítems promocionar más que otros.  
 
Willington: "Para sugerir cambios de medicamentos" 
Frente al hecho de que a los pacientes "les sea muy difícil o casi imposible tomar una decisión de compra informada", el académico UAH cree la asimetría de la información se profundiza en el mercado farmacéutico al momento que "la farmacia tenga aun más información por conocer el diagnóstico del paciente".  
 
Esto pues, las cadenas tienen datos muy precisos que les ayudan a "profundizar la práctica ya denunciada de sugerir cambios de medicamentos de acuerdo a la conveniencia de la propia farmacia", y no necesariamente del comprador.  
 
Krausz: "Puede venderse a otros actores" 
"Estas bases de datos podrían ser vendidas no sólo a las farmacias, si no que también a otros actores. No costaría nada que las isapres se la entregaran a un banco de la plaza", piensa el abogado, lo que permitiría restringir créditos a clientes riesgosos.  
 
Esto puede llegar a ser tan amplio, que si la información se filtra al conocimiento público, es posible que se le cierren las puertas del mercado laboral a los pacientes que padecen enfermedades degenerativas como el cáncer, señala el académico UAI.  
 
Publicado en Terra Networks Chile S.A