La idea pagar un nuevo bono se puede realizar pero anunciarla siete meses antes se presta para doble interpretaciones, dijeron académicos y expertos.
 
    El bono de 40 mil pesos que anunció Sebastián Piñera si logra asumir la Presidencia de Chile no dejó indiferente a nadie. En la semana que pasó se escucharon calificativos que fueron desde "populista", "cohecho" y hasta de "mal gusto". Para otros, es un compromiso con las familias más vulnerables. Según los propios cálculos del candidato, el plan costará 290 millones de dólares y favorecería a cerca de 4 millones de familias.

    Para economistas y académicos la iniciativa es viable pero populista al presentarla siete meses antes.

"El anuncio fue muy anticipado"

    Consultado Francisco Castañeda de la Universidad de Santiago dijo que si bien "técnicamente se puede financiar, lo malo es que se anuncia en un proceso de campaña electoral por lo cual no es correcto el proceder de la promesa y probablemente en marzo la economía estará creciendo con cifras positivas". Para él, la entrega de estos incentivos debe ir acompañados de un fundamento detrás: "los paliativos entregados por el gobierno se justifican debido al bajo dinamismo que ha presentado la economía. Por eso se debe esperar la evolución y el comportamiento de la actividad para anunciar un bono de ese tipo".

    Rafael Garay, economista de la Universidad Central, señaló que financieramente es factible, pero que la oportunidad del anuncio es una estrategia electoral, porque "perfectamente lo podría haber informado en marzo, al momento de asumir su eventual gobierno".

    El director de Aserta Consultores, Hernán Frigolett, planteó que se puede entregar porque no son montos muy grandes. El problema surge en la justificación que pueda tener el bono, ya que "se supone que para marzo la situación económica y el desempleo estarían más o menos estabilizados pensando más en la recuperación económica".

    Una opinión similar presentó René Sanjinés de la Universidad Andrés Bello quien dijo que es viable debido a que se puede financiar con los excedentes del cobre y que sabemos que son bastantes, pero se debe analizar lo que se busca detrás de la entrega del bono y eso puede ser un poco cuestionable porque se presta para dobles interpretaciones".

    En tanto, Luis Eduardo Escobar, asesor económico del candidato independiente, Marco Enríquez-Ominami, indicó que "no es la mejor medida, ya que para ayudar a las personas se pueden utilizar en otras instancias con ingresos permanentes como por ejemplo a la educación".

Publicado en La Nación