Con contenedores en los departamentos y un convenio activo para el reciclaje, la Facultad de Administración y Economía avanza en la promoción de hábitos responsables, demostrando que la sostenibilidad también se construye en lo cotidiano.

A veces los grandes cambios comienzan con gestos simples. Una hoja usada, una caja en la oficina y la decisión consciente de no botarla al basurero pueden marcar la diferencia. Bajo esa premisa, la Facultad de Administración y Economía puso en marcha una campaña de reciclaje de papel, una acción concreta que busca instalar la sostenibilidad como parte natural del quehacer diario.

La iniciativa es impulsada por Erika Zúñiga, encargada del programa Oficina Sostenible de la FAE, perteneciente al área de Sostenibilidad de la Dirección de Desarrollo Institucional de Prorrectoría. Este programa tiene como objetivo promover una cultura institucional orientada a la sostenibilidad, fomentando el uso eficiente de recursos, la correcta gestión de residuos y la adopción de hábitos responsables por parte de funcionarias y funcionarios.

En este contexto, la FAE cuenta actualmente con un convenio vigente con la Fundación San José, que permite la recolección y reciclaje del papel generado en las oficinas. Gracias a esta alianza, durante las últimas semanas se entregaron contenedores de reciclaje en los Departamentos de Administración, Economía, Contabilidad y en la Oficina de Postgrado FAE. El Departamento de Gestión y Políticas Públicas no fue incluido en esta etapa, ya que cuenta previamente con prácticas de reciclaje implementadas.

La entrega de estos contenedores marca un punto de partida clave: permite comenzar a recolectar el papel de manera ordenada y consciente, evitando que grandes volúmenes terminen en la basura. Además, la campaña ha sido muy bien recibida por los equipos, quienes han valorado positivamente la posibilidad de aportar desde sus propias oficinas.

Junto con la entrega de los contenedores, Erika ha compartido información práctica sobre buenas prácticas sostenibles, recordando, por ejemplo, que el papel debe depositarse entero y sin corchetes, y que es importante tener especial cuidado con documentos que contengan información confidencial. Más allá del reciclaje, el llamado también apunta al ahorro de energía y agua, al uso responsable de los recursos y a pequeños gestos cotidianos como apagar luces o reutilizar materiales cuando sea posible.

“Entre todos tenemos que apoyarnos”, señala Erika, quien destaca que la sostenibilidad no depende de una sola persona, sino de una comunidad comprometida. Con ideas que surgen incluso camino a casa, su trabajo busca abrir nuevas oportunidades para seguir avanzando, explorando futuras iniciativas como el reciclaje de botellas plásticas y otras acciones que permitan reducir el impacto ambiental de la vida universitaria.

Con esta campaña, la FAE da un paso más en la construcción de una cultura sostenible, demostrando que cuidar el entorno también se aprende y se practica desde la oficina, hoja por hoja, entre todas y todos.

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