Mario Gaymer y Víctor Salas son los autores de "La Eficiencia en las Universidades Chilenas, ¿Depende de la Calidad?", el cual presentaron en la XXII Reunión Internacional de la Asociación de Economía de la Educación.
Mario Gaymer y Víctor Salas son los autores de "La Eficiencia en las Universidades Chilenas, ¿Depende de la Calidad?", el cual presentaron en la XXII Reunión Internacional de la Asociación de Economía de la Educación.
Los académicos del Departamento de Economía, Mario Gaymer y Víctor Salas, presentaron en la XXII Reunión Internacional de la Asociación de Economía de la Educación, realizada en la Universidad de La Coruña, España, el estudio "La Eficiencia en las Universidades Chilenas, ¿Depende de la Calidad?", el cual fue muy bien acogido por las autoridades asistentes.
Este trabajo da cuenta sobre la relación entre la eficiencia económica y la calidad de los centros de educación, donde la eficiencia productiva es fundamental para disponer de los recursos que necesita una producción de calidad, en un mercado competitivo como es el chileno.
En la búsqueda de un índice que pueda mostrar la eficiencia económica de las universidades, Salas y Gaymer, descubrieron ciertas distorsiones en el mercado de la educación chilena, estudio que dio origen al Índice de Eficiencia Económica Valorada (IEEF), que relaciona la producción con sus costos.
Este sistema, además del Data Enveloment Análisis (DEA), fue la medida que utilizaron los académicos para reconocer la eficiencia económica de las universidades. El principal resultado del estudio, señala que la calidad de una universidad no depende de la eficiencia, sino de su tamaño, ubicación en Santiago y de si es tradicional privada, privada o estatal.
Tras la presentación, los investigadores de La Asociación de Economía de la Educación comenzarían un trabajo conjunto con los profesores Salas y Gaymer. Además, se iniciaron conversaciones con académicas del Observatorio Ocupacional de la Universidad da Coruña para estudiar la posibilidad de presentar proyectos junto a la FAE a los concursos de la Unión Europea.
Por Karen Punaro Majluf