Felipe Lopeandía jefe negociador de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON) explicó a los asistentes los alcances de este importante acuerdo comercial en el marco del segundo desayuno de ingenieros comerciales 2015 realizado en el Hotel Plaza el Bosque Nueva Las Condes.
Felipe Lopeandía jefe negociador de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON) explicó a los asistentes los alcances de este importante acuerdo comercial en el marco del segundo desayuno de ingenieros comerciales 2015 realizado en el Hotel Plaza el Bosque Nueva Las Condes.
Los tratados comerciales son un eje esencial en el futuro de un país y de sus habitantes. Por este motivo es que el círculo de egresados de Ingeniería Comercial y el Departamento de Administración de la Universidad de Santiago ofreció la charla "Acuerdo Transpacífico de libre Comercio- TPP: alcances y efectos para Chile" en el segundo desayuno de este año para los egresados de la carrera de Ingeniería Comercial de la Facultad de Administración y Economía de la U. de Santiago.
El encargado de aclarar cada punto de este importante acuerdo económico fue Felipe Lopeandía jefe negociador del acuerdo de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON). En la oportunidad Lopeandía realizó un resumen histórico y cronológico sobre los acuerdos internacionales en Chile y la negociación del P4 y su primera década de negociación.
En esta etapa forman parte de él Nueva Zelandia, Singapur, Brunei y Chile y se enmarca en la lógica de libre comercio de Asia Pacífico. "Este acuerdo es la primera manifestación de ir creciendo e incorporar a otras economías de la región", afirma el experto. Durante el año 2008 comienzan los primeros contactos informales con países como Estados Unidos, Australia y Perú que comenzaron a ver con interés su incorporación al P4 en una primera etapa.
Lopeandía explicó que el interés se produce debido a que el P4 tiene domicilio en una región importante, Asia Pacífico. "A los países les interesa integrar esta economía porque es dinámica y con gran proyección económica" afirmó el expositor.
"Ante la imposibilidad de los países por llegar a un acuerdo amplio con la Ronda de Doha de la OMC, que data desde el año 2001, el TPP es una buena noticia, pues nos permitirá tener un conjunto amplio de normas entre 12 países que concentran el 40% del PIB mundial y eso para una economía como la chilena, que es pequeña y depende mucho del comercio exterior, es muy relevante porque contaremos con reglas claras y predecibles, abordando de manera adecuada los actuales desafíos del comercio internacional", dijo el profesional.
Con el objetivo de contrarrestar el predominio chino en la región es que ingresa a dialogar Estados Unidos para lograr una mayor influencia en la región. Esto derivó en un nuevo acuerdo comercial y hacia finales del año 2009 se toma la decisión de participar en un proceso negociador de un nuevo acuerdo comercial que se realizó en marzo de 2010. En este momento se interesan por participar Malasia y Vietnam.
Luego de años de negociaciones en materia de reglamentación de este importante tratado internacional, en octubre de este año se cerró con acuerdos entre los países incorporándose además Japón, México y Canadá.
El Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio cubre gran cantidad de temas de comercio internacional como regulaciones y normas internas. Consta de treinta capítulos, entre ellos el de acceso al mercado, procedimientos de aduana y temas más recientes como en materia de estándares medioambientales, corrupción por el impacto que causa en la economía y comercio electrónico, entre otros.
A juicio de Lopeandía este es un acuerdo complejo, sobre todo por la cantidad de países que lo forman, por lo tanto los desafíos son diversos y la demora en la negociación tuvo su génesis en la diversidad de los países que lo conforman.
Cómo Chile se inserta en esta negociación
Nuestro país ha desarrollado una política consistente en su internacionalización desde hace veinte años. Por lo tanto, el establecimiento de normas mediante acuerdos comerciales resulta de trascendental importancia para la relación con los socios comerciales y para encontrar nivelación con las economías más grandes. "El TPP se inserta en esta lógica y consolida políticas de relación estable y predecible. Además, llena el vacío de no poder generar normas a nivel general. Este acuerdo establece normas y Chile estuvo participando en el diseño de éstas desde el principio", asegura Loepandia.
"Chile ya tenía acuerdos comerciales con los once países que componen en TPP. Entonces surgió la crítica de ¿por qué volver a negociar con ellos? La respuesta es porque los productos de exportación estaban en excepciones y no tenían ventajas arancelarias. Por lo tanto, el TPP era una oportunidad para cambiar la situación con esos países como Japón con excepción agrícola, Canadá con excepción en dos áreas, láctea y carnes, Malasia y Vietnam. Ahora con estos socios tenían una oportunidad de negociar la situación de los productos", argumenta el jefe negociador de este acuerdo.
"Esta ha sido la negociación más compleja en la que Chile ha participado. Para nuestro país lo más complejo fueron los temas de protección intelectual que cubre temas como patentes tradicionales y normas en temas digitales para establecer regulaciones", agrega Lopeandía. Finalmente el equipo negociador fue capaz de llegar a un acuerdo, establecieron alianzas en las mesas negociadoras para fortalecer la posición de Chile en las áreas sensibles.
Los problemas al momento de negociar las reglamentaciones se debieron a tres situaciones. La primera fue el tratamiento arancelario del sector lácteo con Nueva Zelandia. La segunda fue por los temas de regla de origen para el sector automotriz con Japón y los países que componen el NAFTA y en tercer lugar la discusión del período de protección de datos de productos farmacéuticos biológicos que tuvo como protagonista a Chile.
Los próximos pasos a seguir son primero la liberación de los textos para el conocimiento de la ciudadanía. En segundo lugar, el acuerdo se debe firmar entre los países negociadores. Posteriormente cada país debe enviar el acuerdo a sus respectivos Congresos para su aprobación. Se estima que la discusión en el Congreso se realice durante todo el 2016 y sin perjuicio de la firma del Tratado, si el Congreso chileno no lo ratifica, este no podría entrar en vigencia para Chile.
En esta importante charla participaron el director del Departamento de Administración de la Facultad de Administración y Economía de la U. de Santiago, Aurelio Butelmann, el jefe de la carrera de Ingeniería Comercial, Camilo Tala y los miembros del Círculo de Ingenieros Comerciales de la U. de Santiago, Loreto Yáñez, Rodrigo Morales, Mario Mazzarelli.