Con la presencia de más de 300 personas en la Sala Víctor Jara de la Universidad de Santiago se realizó el pasado martes 3 de noviembre éste espectáculo musical que contó con la presencia de Cristian Cuturrufo y Gabacho Maroconnection.
Con la presencia de más de 300 personas en la Sala Víctor Jara de la Universidad de Santiago se realizó el pasado martes 3 de noviembre éste espectáculo musical que contó con la presencia de Cristian Cuturrufo y Gabacho Maroconnection.
Seis de la tarde en punto. En las proximidades del Salón Víctor Jara de la Universidad de Santiago un tumulto de gente se organizaba en una extensa fila para disfrutar de los sonidos mágicos de la trompeta de Cristian Cuturrufo, pero además querían conocer la propuesta de música fusión del grupo Gabacho Maroconnection. "Lo escuchamos en la radio de la universidad y sin dudar nos quedamos después de clases para conocer de qué se trataba esta nueva propuesta musical", señala un grupo de alumnos de la Facultad de Humanidades de la U. de Santiago.
Luego de las pruebas de sonido correspondientes, Gonzalo Donoso, uno de los organizadores de este evento, enmarcado en las actividades de inauguración del Centre for Experimental Social Science Oxford-U. de Santiago, dio la bienvenida a los asistentes al Primer Festival de Jazz que realiza la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago.
En ese momento, el salón Víctor Jara ya no daba abasto. Con un lleno total Cristián Cuturrufo dio inicio a este espectáculo de sonidos, colores y viajes interculturales. Destacó, además del sonido de su trompeta, los músicos que lo acompañaban. Un solo de bajo, como pocas veces se escucha sacó aplausos y gritos del público. No podía faltar el clásico sonido del contrabajo electrónico y la batería, quienes mantuvieron hipnotizada a la audiencia con los clásicos sonidos del jazz.
Luego fue el turno de Gabacho Maroconnection, siete músicos españoles, marroquíes y franceses que subieron al escenario a contagiar alegría y ritmo a los asistentes. Sus instrumentos eran mágicos, pues lograban trasladar el público al desierto marroquí, con sus sonidos típicos de esa zona del Merzouga. Pero en medio de este viaje el flamenco ponía de los suyo con las voces y saxofones que reclamaban su espacio en este festín musical.
Finalmente el Primer Festival de Jazz de la Facultad de Administración y Economía fue una verdadera fiesta marroquí. El público además de conocer esta fusión europea-africana, bailó al son de los alegres acordes y salió del recinto tarareando sus pegajosas letras.